La apuesta de Carolina (segunda parte)
Fecha: 18/03/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: carpe_diem, Fuente: RelatosEróticos
... horizonte de Carolina a "nuevas experiencias" sabía que Maite y Javier eran una pareja muy liberal, y que ambos se morían por los huesos de Carolina, quizás Maite más que Javier, Carolina sin duda estaba pasándolo muy bien, Roberto activó entonces el vibrador de Carolina, que lo notó al instante, la sorprendió, pero se daba cuenta de que Roberto solo quería subir el nivel, a Carolina se le cerraban los ojos y comenzó a bailar a mayor velocidad, Javier o estaba a la altura y se apartó pero Maite seguía bailando con ella, Roberto se acercó a ellas y le tendió a Carol su bolso. - ¿No tenías que ir al baño? - le dijo mostrándole el plug anal del interior de su bolso. - emm... si gracias por traerme el bolso, cariño... No se había atrevido a llamarle señor o amo por miedo a que Maite la escuchase, aunque estaba a su bola, Roberto la castigaría por eso más tarde. Cuando Carol volvió un rato más tarde los demás estaban sentados a la barra tomando algo, Roberto le pedido otra copa de su bebida predilecta, estaba hasta arriba y todo empezaba a dar vueltas, tardó una hora o más en acabarse la última copa, Roberto advirtió el estado de Carolina y Javier y decidió que la noche había terminado, se despidieron y cogieron un taxi. - Quiero que te pongas en el asiento del copiloto, yo me pondré detrás, voy a darle al vibrador a tope, así que tendrás que aguantar hasta llegar al hotel. - Si, mi señor. Cuando subieron al taxi Roberto hizo lo que acababa de decir, y carolina se tensó, podía ...
... oír un ligero zumbido, seguro que el taxista también aunque no supiera lo que era, al principio no costó mucho pero luego Carol lo pasó realmente mal, colocó sus manos sobre sus rodillas, hacía esfuerzos para no mover demasiado las piernas, muchas veces las cerraba con todas sus fuerzas, otras veces tenía la necesidad de abrirlas completamente, cerró los ojos fingiendo que estaba cansada o miraba por la ventanilla para que el taxista no notará su expresión, Carol se mordía el labio pero no emitía ningún ruido, por fin llegaron al hotel, entonces Carolina intentó bajar rápido del taxi, pero Roberto le recordó que ella tenía más suelto. - Paga tú cielo que no llevo suelto. Carolina tuvo que rebuscar la cartera en su bolso atropelladamente, las cosas se le caían pero al final la encontró y le dio un billete grande al taxista para no tener que buscar calderilla, esperó a que le devolvieran las vueltas y salió del taxi todo lo rápido que pudo dando las buenas noches al taxista, que miraba una pequeña mancha en su asiento del copiloto, sin duda producida por los fluidos de Carolina. Subieron a la habitación, Carolina estaba encendida y el vibrador se quedó sin pilas, Roberto la permitió tumbarse en la cama, quería jugar con ella pero se veía que Carol estaba un poco afectada por el alcohol, se había pasado con la bebida y era culpa de Roberto, sabiendo que ella no podía decirle que no la había forzado a beber más de lo habitual, esta noche no habría más juegos y Roberto se arrepintió ...