1. Verano en family/Cap2


    Fecha: 19/03/2024, Categorías: Incesto Autor: JEFF, Fuente: TodoRelatos

    ... vuelta y regreso por donde he venido.
    
    Estas últimas palabras del francés fueron las definitivas. Sin pronunciar palabra, mamá levantó la cabeza, se llevó la mano a la espalda y se abrió el cierre de la parte superior del bikini. No me lo podía creer: estaba a punto de superar todos sus complejos morales y descubrir sus pechos. Ya con el sujetador suelto, se tapó unos instantes los senos hasta que decidió separar de ellos sus manos y la prenda y dejarlos al desnudo.
    
    Eran preciosos: redondos, bien formados y con unas aureolas de tamaño considerable. El marrón de tono oscuro de los pezones remataba la belleza de los senos. Mi madre me miró: pareció olvidarse de la presencia de Davinia y de Pierre y sólo me observaba a mí. Supongo que lo que más le importaba en ese momento era mi reacción. Supe que tenía que dedicarle algunas palabras tranquilizadoras y eso fue lo que hice:
    
    Mamá, ¿ves cómo no pasa nada? Además, tienes un cuerpo precioso. Tendrías que sentirte afortunada por lo guapa que eres.
    
    Logré arrancarle una tímida sonrisa y su rostro comenzó a reflejar cierta tranquilidad a partir de ese instante. Guardó el sujetador en su bolsa, mientras Davinia y Pierre la miraban en silencio. El francés había hecho un buen repaso visual a las tetas de mi madre y luego miró las de mi tía como si quisiera compararlas.
    
    No sé qué diablos me estaba pasando: en cualquier otro momento me hubiese molestado ver cómo un tío lanzaba ese tipo de miradas a mi madre y a mi tía. Sin ...
    ... embargo, en aquella jornada, no. Todo lo contrario: lo ocurrido con mi tía tras los arbustos, la presencia de aquel negro bien dotado, sus miradas continuas a mi madre y mi tía provocaban que mi excitación no parase de crecer.
    
    Mamá estaba ya únicamente con la braguita del bikini puesta, titubeó unos instantes y, a continuación, llevó sus manos a la prenda. Estaba a punto de quedarse completamente en pelotas delante de nosotros. En la cara de Pierre se podía observar una sonrisa pícara; en la de mi tía se mezclaba la sorpresa y la incredulidad ante lo que estaba a punto de suceder. La braga de mi madre empezó a caer lentamente impulsada por sus manos. En cuanto deslizó un poco la prenda, dejó ver un espeso matojo de vello oscuro bajo el cual nacía la raja de su sexo. Los carnosos labios vaginales fueron los siguientes en quedar expuestos.
    
    Terminó de quitarse las bragas, las sacudió un poco para limpiarlas de arena y las depositó en la bolsa que había traído. Con cierto disimulo y todavía con algo de timidez, mi madre colocó sus manos delante de su entrepierna y se intentó tapar.
    
    Pierre parecía complacido por lo que acababa de ver. Mi tía fue la primera en romper el silencio:
    
    ¡Vaya, hermanita! ¡Sí que me has sorprendido! Pensé que jamás te atreverías a dar este paso. ¡Enhorabuena!
    
    Se acercó a ella y la besó en la frente. Yo preferí no comentar nada más y dejar que la situación pareciera lo más normal posible, aunque mi corazón latía desbocado tras el “striptease” de ...
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