Qué pasaría si... El Brujo Escarlata (2/3) - Relatos Eróticos

Qué pasaría si... El Brujo Escarlata (2/3)

... los tenía, sintiendo que su polla se ponía dura bajo sus pantalones, dura del todo, como una roca. Ninguno de los dos podía saberlo, pero esos eran los restos residuales de la magia del caos, actuando en cada uno de ellos, impulsándolos, facilitando que pudiera ocurrir lo que iba a ocurrir derritiendo los nervios de Peter Parker como si fueran de mantequilla y haciendo que su polla se pusiera dura como una roca mientras las manos de Tony recorrían su espalda.

De pronto estaba increíblemente relajado, y al mismo tiempo supercachondo con la polla apretándole dentro de los pantalones.

—¡ooooh! Joder… —suspiró Peter, increíblemente relajado, demasiado como para pedir disculpas por la palabrota.

Y entonces Tony dejó de mover las manos, confundiéndolo.

—La camiseta molesta—dijo Tony dándole pequeños tirones a la camisa de Peter—. Mejor quítatela.

—Vale —accedió él para su propia sorpresa, y levantó los brazos para que Tony tirase dejando al descubierto la la piel blanca, el pecho y la espalda increíblemente musculados.

Tony arrojó la camisa a un lado y volvió a poner las manos en la espalda desnuda del chico, en esos músculos duros… usó los pulgares para masajear la parte baja del cuello y Peter lanzó un gemido con una expresión de placer en la cara.

—Bien —dijo Tony sin dejar de masajear—. Ahora que parece que estas más relajado, empieza a contarme lo que ha pasado esta mañana. Y no te dejes nada. Venga, desde el principio.

—Esta bien…¡aah…! —gimió él—. ...

... Esta mañana al levantarme he oído al señor, Clint soltando un gemido muy bestia en su habitación —gimió otra vez—. Creo que se la estaba cascando…

—Ese tio… —comentó Tony sonriendo—. Tiene pinta de ser un pajillero. Con tres hijos ya… Seguro que su mujer no le descarga los cojones todo lo que debería.

—Y luego he bajado al gimnasio… —siguió él— y cuando ha entrado Max me he puesto a entrenar con él…

Poco a poco le fue contando todo lo que había pasado, como había peleado con Max, y luego habían caido ambos al suelo y se había ido corriendo —«Seguro que para acerté un buen pajote» dijo Tony, tranquilamente— a su habitación y…

Sintió que Tony dejaba de masajearle y interrumpió su relato. Estaba tranquilo; sentía el cuerpo pesado, totalmente relajado.

Giró la cabeza con suavidad, para ver como Tony rodeaba la silla hasta situarse delante de él y ponerse de rodillas entre sus piernas.

—Tranquilo, Esto es parte del masaje —le dijo Stark metiendo las manos por las perneras de sus pantalones cortos y masajeando sus muslos.

Peter sin camiseta, pensó en decir algo como «¿No quiere que me quite también los pantalones? Y chupármela un poco» pero Stark sacó una mano de los pantalones y le echó la cabeza hacía atrás y Peter se dejó caer más en la silla, bufando, sintiéndose pesado y como las manos de Stark le masajeaban las ingles… muy cerca de una polla babosa de precum y unos cojones que estaban a punto de explotar a trallazos de lefa dentro de esos pantaloncitos ...