Sin bragas en la aldea (4): Zorra de dos generaciones
Fecha: 20/03/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Punkycaliente, Fuente: CuentoRelatos
... En tanto Víctor cerraba la puerta detrás nuestro, pude observar el pasillo que parecía un catálogo de taxidermia. No es que me encantase que esos ojos de cristal me estuviesen observando, un poco me sentí como en una vieja película de terror. Especialmente por un zorro, que no estaba muy bien conservado y tenía cierta deformidad que le daba un aire bastante creepy. Todo hay que decir que la calentura que llevaba se me enfrío por ello.
-Pasad al comedor, que ya tengo puesta la chimenea, cenaremos y luego...- Dejo la frase en el aire, mientras que Víctor me llevaba a la sala del comedor, que es bastante amplia, con su chimenea (me sorprendió muy gratamente) rodeada de dos sofás y dos mecedoras con una mesa en medio de la sala y poniendo espacio con la chimenea, un televisor de plasma bastante grande, con un aparato de reproducción y varias baldas de cintas de DVDs y varias baldas de libros, que no parecían estar para coger polvo, se les notaba el uso. Pude fijarme en las fotos, familiares amigos... Y no quise preguntar por la mujer que salía en la mayoría de ellas hasta que las fotos ya eran más o menos recientes. Lo que si me di cuenta es de que Mario tenía un hijo, más joven que yo.
Al notar donde dirigía la mirada me informó: - Mi hijo Marcos, es buen chaval, este finde vendrá de visita. Me toca pasarlo con él, aunque "el jodio" prefiere estar con sus amigos que andar en el pueblo con su padre... aunque es lo normal- Parecía algo dolido por eso. Sabía que estaba ...
... divorciado, parece que no salió muy bien parado de la separación. Me ofreció asiento en el sofá, que acepte agradecida (el pie me andaba dando lata), tras ponerme un canal anodino de televisión y dejarme el mando a mi alcance, me dijo: - Voy a ayudarle, no sea que termine tirando algo. Espera aquí.- Se marcho no sin dedicarme una mirada llena de intenciones... Joder, como si no me hubiera follado hace menos de diez minutos.
Silenciados por la televisión, parecía que los dos se andaban peleando con la cena. Me parecía bastante entrañable y ahora sin tanto bicho mirándome, volvía a estar más a tono. Muchas ideas perversas se me venían a la mente, desde que ellos vinieran ya desnudos dispuestos a empalarme a que en realidad fuese una encerrona y llegaran más amigos para darme caña... Y francamente todas me parecían interesantes opciones. Además el calorcito de la chimenea, hacía que incluso con la ligera ropa que llevaba estuviera acalorada.
Mario abrió la puerta y trajo los cubiertos, hice el ademán de levantarme, pero me espetó: - ¡Quieta ahí! Aquí eres una invitada y no mueves un dedo, y más en tu condición... ya te tocará mover el culo dentro de un rato de todas formas.- Mientras colocaba la mesa, le hice un gesto para que se acercará y sonriendo se acercó, lo suficiente para que le diera un buen morreo, que prolongamos unos segundos, mientras el se calentaba y me metía mano por debajo de mi falda. Pero Víctor al entrar por la puerta y vernos, le gritó: - Cabrón, venga a ...