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Esta tarde en el hotel
Fecha: 21/03/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Arrikitawn, Fuente: CuentoRelatos
Estaba en mitad de una reunión con uno de mis clientes más importantes cuando noté que el WhatsApp me hacía vibrar el teléfono. Estaba seguro de que era Raúl. “Esta tarde en el hotel” Vaya. La tarde se presentaba movida. Creo que todos los que estaban en la mesa de reunión me notaron la sonrisa; soy muy transparente. Llevaba cuatro meses saliendo con Raúl, y cada cita que teníamos resultaba más interesante. Procuré concentrarme en la reunión. Uno de los ingenieros de mi cliente se estaba quejando de que nuestra última versión de software no era muy estable. Miré a nuestro director técnico y me dijo con los ojos que lo dejara en sus manos. El teléfono volvió a vibrar. “Encontrarás instrucciones sobre la cama” ¿Instrucciones? Un sofoco me subió desde los pies hasta la entrepierna y posteriormente hasta mis mejillas. Noté como me ruborizaba. ¿Me estaban mirando de reojo los demás desde sus sillas o eran imaginaciones mías? Nuestro director técnico estaba dando explicaciones acerca de la calidad del software. Yo hacía esfuerzos por concentrarme en el asunto, pero no podía. ¿Habíamos llegado hasta el punto de que me diera “instrucciones” en un papel sobre la cama del hotel? Mi irritación era solo comparable a la excitación que sentía en mi entrepierna. Raúl había dado muestras de que le gustaban los juegos de dominación. En una de nuestras citas entre risas me había insinuado que le gustaría atarme las manos a la cabecera de la cama para follarme. Era la época de la ...
... moda de las “50 Sombras de Grey” y le dejé hacer. La verdad es que disfrutamos como animales. Tuve un orgasmo inolvidable. Ahora parece que quería ir un paso más allá. “Yo llegaré a las 7 en punto. Estate preparada” O sea que tenía que estar preparada a las 7 en punto. La palabra “preparada” se repetía en mi cabeza. Como una comida. Como un banquete. Eso es lo que íbamos a hacer, darnos un banquete probablemente –o por lo menos él se iba a dar un banquete. La risa me estallaba por dentro y mis esfuerzos porque no me lo notaran en la mesa de reuniones cada vez eran más inútiles. La reunión acabó y solo pude balbucear unas palabras de despedida. Me miraron con extrañeza. Pasé el resto de la jornada laboral pensando en los conceptos “instrucciones” y “preparada”. Llegué a casa con tiempo para arreglarme tranquilamente y disfrutarlo. Me depilé el vello púbico cuidadosamente. Tuve que hacer grandes esfuerzos por no masturbarme. Me duché y perfumé adecuadamente. Me puse la ropa que más le gusta: una blusa sin mangas y una falda ajustada por encima de la rodilla. Por debajo llevaba unas medias con liguero, unas pequeñas bragas a juego, y un sujetador muy escotado. Tan escotado que casi dejan los pezones a la vista. En los pies, unos tacones finos clásicos. Estas cosas le gustan a Raúl. El también suele ir bien vestido al estilo clásico. Y no sería la primera vez que estando él en traje, me quita toda la ropa –excepto los tacones por supuesto- sin dejarme que le quite ni la ...