Dedicado a imaginacion
Fecha: 18/03/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... años que su experiencia aportaba, sólo podía hacer una cosa, dejarme llevar, dejarme arrastrar por su inocencia y candidez, la imagen del caramelo humeante entre aquellos entreabiertos labios, hacían de mis pensamientos por Asia mis tribulaciones, nunca olvidaré la muchachita que fumaba con su rasurada vagina, en aquel antro de cinco estrellas de París donde me vi llevado por mi lejana prima en su tozudez, yo era el amante perfecto... Orgasmo tras orgasmo, las posturas se sucedían, ahora la del misionero, ahora la del perro, ahora... ¡El morbo! Gritó y por arte de magia y ante mis ojos atónitos, con unas tijeras empezó a recortarse el vello púbico, poco a poco las tijeras se aproximaron a la piel, con la naturalidad que da la profesión de esteticién, preparó una abundante espuma que esparció con la brocha por todo el delta de su pubis, la cuchilla se deslizaba y a medida que lo hacía su rostro se llenaba de lascivia, pronto la piel quedó libre de vello, llegó el momento más contundente, la separación de las piernas indicó la continuación del acto... Las expertas manos separaban, estiraban, alisaban los pliegues de los labios, los dedos protegían la entrada de cortes a la vez que acariciaban su clítoris, sus entornados ojos se fijaban en mi excitación tan tremenda, tras la rasurada y con la invitación de su vulva penetré sintiendo su suavidad, tanto por el exterior como por el interior de su peluda vulva, coronada por unos rizos de negro azabache, que al recibir los rayos ...
... del sol confundían aún más su rojizo color, hacían que los labios se hallaran enmarcados, forzando a la mujer a separar los pelos para que en la penetración no entraran junto con mi pene... Tan grande era su excitación que no olvidó ninguna de las artimañas aprendidas para excitar a los hombres, transmitidas de madres a hijas, recordó lo mucho que me intrigaba de niño cómo hacían pipí las niñas, mi primita se agachaba y un ruidito, anunciaba la salida del líquido que era complicado de ver entre las ropas... Este recuerdo la forzó a traer un barreño de los usados para la colada, al ver mis ojos llenos de excitación, exageró aún más si cabe la pose, separó las piernas de forma tan ostensible que se me antojó obscena, agachó tan lentamente su cuerpo, que la apertura de su vulva se hizo eterna, colocó el barreño y guiñándome un ojo, comenzó a orinar lentamente al principio y abandonándose a continuación, mi excitación fue de tal magnitud que aún orinando la penetré, siendo esta mi primera experiencia con la lluvia dorada, que por mí tantas veces practicara... Me costó que la muchacha perdiera el miedo y el pudor, el que se colocara sobre mí para que su vagina se apoyara sobre mi pecho, fue rodado, pero ¡ay! Hacerla mear... Un sin fin de besos y lametazos en el coñito cuando su cachondez fue tal, que al sufrir el primer orgasmo, no la dejé ir al servicio, para así en el segundo, con una buena penetración y caricias en el ano, llegó al tercero con la vejiga tan llena que no tuvo por ...