Esther: despedida de soltera en familia (10) - Relatos Eróticos

Esther: despedida de soltera en familia (10)

... - asentí aterrada de las palabras de mi tía, de la calma con que las pronunciaba, de las consecuencias que tendría el confesarles lo que había hecho con Rodrigo, sintiendo cómo aquel dolor en mi estómago se extendía por el resto de mi cuerpo al comprender lo que habían hecho con Paola y que aquello que le obligaron a hacer en contra de nuestro primo, solamente era la punta del iceberg de una vida llena de humillación y dolor.

- Bien - volvió a hablar mi madre mientras mi tía soltaba mi rostro y yo bajaba de nuevo la cabeza - entonces dinos, querida ¿Sigues siendo virgen? - preguntó mamá y de pronto el silencio fue tan absoluto que parecía como si el tiempo se hubiera detenido tan solo para que yo diera una respuesta, para que mis palabras se oyeran claramente y no hubiera lugar a la duda.

- No, ya no soy virgen - no hubo respuestas a mi confesión, pero pude ver de reojo cómo mi tía y mi madre intercambiaban una mirada y luego asentían con complicidad y tal vez con un poco de resignación.

- ¿Plan B? - dijo Celia.

- Plan B - contestó Ana.

- ¿Plan B? - pregunté, incapaz de mantener la boca cerrada, sorprendida de que tomaran aquello de una forma tan calmada, siendo consciente de que en el fondo de mi corazón esperaba que al revelar aquella información sus planes se vinieran abajo, que me golpearan y tarde o temprano me desecharan como lo habían hecho con Rodrigo, sin embargo, escuchar aquellas palabras derribaba por completo la última esperanza que tenía de no ...

... entregar mi futuro a una vida desgraciada. Mamá me miró con una sonrisa siniestra en el rostro.

- ¿Esperabas que nos rindiéramos así nada más? Eres muy inocente, deberías darnos las gracias que no te molemos a palos por puta, pero para que lo sepas, ya teníamos contemplada la posibilidad de que esto pudiera pasar, el hecho de que te hayas acostado con ese idiota no cambia nada, solamente hace que tengamos que mover algunos hilos demás para asegurarnos que te cases con ese tarado poco hombre, una vez que hayas firmado el acta de matrimonio el contrato que firmamos con Martha quedará caducado y ya no importará que luego él se dé cuenta de que se casó con una golfa - dijo con atemorizante seguridad, mientras Celia no paraba de asentir de una forma solemne y determinada - pero por supuesto que eso va a tener que esperar a que conozcamos la identidad del doctor que te ha de revisar, mientras tanto, espero que estés muy a gusto aquí en tu cuarto, porque te vamos a encerrar en esta alcoba hasta el día de la boda, así que si pensabas escaparte con ese pendejo, ya puedes…

- ¡No pensaba escaparme con nadie! - dije de pronto, sintiendo una intensa rabia al escuchar a mi madre refiriéndose de esa forma tan despectiva a Rodrigo, experimentando la necesidad de defenderlo a pesar de saber que ello podría meterme en problemas, pero afortunadamente mi madre solamente sonrió.

- Me alegra escuchar eso, cariño, pero de igual manera te vamos a encerrar, así que…

- ¡Y que sepas que no es ...