1. Esther: despedida de soltera en familia (10)


    Fecha: 23/03/2024, Categorías: Incesto Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos

    ... ningún pendejo! ¡Su nombre es Rodrigo y resulta ser el hijo de tu hermana! - solté de pronto, perdiendo las casillas ante un arranque de ira que me sacudió al recordarme lo mucho que quería estar con él, al sentir ese arrebato de dolor y miseria al saber que jamás podríamos estar juntos, que nuestras vidas se habían separado para siempre.
    
    - ¿Qué acabas de decir? - preguntó Celia con un tono tan sorprendido como peligroso, pero justo cuando pronunció aquella pregunta entendí que en realidad no era mucho lo que podrían hacerme sin que con ello se arriesgaran a presentarme en la boda toda llena de golpes, en un estado que dejaría una mala imagen para la familia de mi futuro marido.
    
    Levanté la mirada y me encontré frente a frente con mi tía, con sus ojos enardecidos y su ceño fruncido que me decían que, si hubiera podido, en ese mismo instante me habría causado un gran daño.
    
    - Él era tu hijo, Rodrigo, el chico a quien corriste de la casa y lo acusaste de violar a mi hermana - le espeté con seguridad, mirándola a los ojos, con mi mirada inyectada de rabia por lo que esa perra le había hecho a su hijo.
    
    - ¡Eso es mentira! ¡No puede ser cierto! ¡Ese pendejo seguramente está muerto, como podría haber…! ¡No, no puede ser verdad! - gritaba enloquecida, antes de que me tomara por la ropa y comenzara a agitarme con mucha fuerza, sin hacer que dejara de mirarla a los ojos ni lograr amedrentarme ni siquiera un poco.
    
    - Es verdad, tía, así que sí, ese chico del que tanto ...
    ... presumiste habértelo cogido, ese muchacho que te hizo venir y del que no dejaste de hablar por horas, era Rodrigo ¿Qué tal se siente saber que te cogiste a tu propio hijo, perra? - le solté con una rabia y un atrevimiento que no pude reconocer en mí, con un descaro y cinismo que me superó por completo, que me hizo sentir una extraña satisfacción al ver el horror y la repugnancia que se reflejaban en la cara de esa puta mientras entendía que había cogido con su propio hijo.
    
    Mamá tuvo que intervenir cuando la locura de mi tía estuvo a punto de superarla, empleando toda la fuerza que tenía para separarla de mí hasta el punto de verse obligada a llamar a Paola para que le ayudara, mientras yo miraba a Celia a los ojos, sin pestañear, disfrutando del efecto de tal revelación, a pesar de saber que esa perra se vengaría de mí tarde o temprano.
    
    La puerta se cerró detrás de Paola cuando al fin lograron sacar a mi tía de mi alcoba, pero mamá se quedó en mi cuarto, mirándome fijamente, tan sorprendida como enojada por lo que acababa de revelarles, pero no dijo una sola palabra, a pesar de mostrar en su rostro un gesto de rabia, de hacerme sentir lo mucho que quería maltratarme, haciendo un esfuerzo casi inhumano por contenerse antes de salir del cuarto y echarle llave por fuera, dejándome al fin sola para torturarme con mis propios pensamientos, con fantasías de un futuro idílico donde pudiera estar con mi primo como hombre y mujer, formando una familia y siendo feliz por el resto de ...
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