La Polla de Tomás 21 - Relatos Eróticos

La Polla de Tomás 21

... inconsciencia lloraba y gemía cuando Tomás se vació dentro del culo de la candidata. Permaneció en la misma postura sobre la mesa con el culo relleno de leche del muchacho, recuperando el ritmo de respiración normal. Ella quizás pensó que aquello ya había acabado, cuando Tomás la abrazó dándole besos a su espalda y la volvió a sentar sobre su polla, aun tiesa. La penetración fue rápida, la polla se alojó hasta el fondo sin dificultades, el coño ya se había adaptado al grosor y largura del cipote, y no se esperaba Luisa otro baile de lágrimas cuando de golpe su coño volvió a disfrutar de un mete saca conejero vibrador, si cabe aún, con más temblores y más vibrante.

Los sonidos que emitía Luisa por su boca ya eran inteligibles. Su expresión cambiaba del dolor al gozo, de la felicidad al sufrimiento y las lágrimas ya habían hecho camino y caían mojando el cuerpo de la política. Al poco tiempo la polla de Tomás le estaba entrando en la boca y le cebó como a las ocas, directamente al estómago, toda la corrida. La nariz de Luisa parecía un sifón. Tomás tuvo que sujetarla para que no cayera rendida al suelo y tuvo que ayudarla con un boca a boca a respirar.

Fue recomponiéndose Luisa y apareció la sonrisa en sus labios, se abalanzó a besar y abrazar a Tomás.

- ¡Dios mío Tomás! ¿Cómo es posible que esto exista? Si yo creía hasta ahora que solo ocurría en sueños que a una la follaran así.

- Un día te voy a pillar con más tiempo y en otro lugar y verás lo que es ...

... follar.

- ¡Oh Tomás! No me digas estas cosas que me pones a mil ¡Dios que placer! Tomás tenemos que vernos más a menudo, por favor, te necesito a ti y a tu polla, desde el día del casino no te saco de mi cabeza y si supieras lo que imaginé cuando me masturbaba a tu salud, no tiene ni comparación en lo que hoy me has hecho.

- Me alegra que te haya gustado. Mira ahora está hablando el ministro del interior de las detenciones.

El ministro del interior comunicaba a la prensa la actuación policial en la ciudad. Se habían detenido para prestar declaración y registrar sus oficinas y domicilios a doce personas relacionadas en un caso de corrupción política y malversación de caudales públicos.

A Luisa, una vez recompuesta, le entró la prisa de irse para encontrarse con sus aliaos políticos y hablar del tema. Su móvil no cesaba de sonar. Tomás pensó que sería interesante ver después con tranquilidad en su casa las conversaciones, ventajas de tener su móvil clonado. Tomás llamó al camarero para que retirara la mesa y se despidieron del lugar.

Salió primero Luisa y después de un tiempo prudencial para no ser visto, salió Tomás. Luisa estaba rodeada de prensa y personas que deseaban saber su opinión. Tomás vio al periodista y él también lo miró. El periodista le guiño un ojo, Tomás sonrió.

Se acercó a él Eugenia, la recordó del día en que se folló a su amiga María Cristina, la dueña del casino, en los lavabos del club de golf.

- Hola Eugenia ¡Que hermosa que estás!

- Ja, ja, ...