Relatos Íntimos de chicas bien jamás contados - Relatos Eróticos

Relatos Íntimos de chicas bien jamás contados

... logró gracias a que pudieron “abrir” una que otra jaula (tendedero de ropas) y así ambientarla como “cuartitos” obscuros, pasillos y esto gracias a lonas improvisadas, velas y un par de sillones que lograron poner como “al centro” de la pista (tarimas).

Ahí conocí a algunas o mejor dicho a un par de “chavas” ya no tan de mi edad y tuve la oportunidad de integrarme y de platicar con algunas de ellas, lo clásico entre nosotras, una buena introducción o las presentaciones que acostumbramos a hacer entre mujeres, luego platicamos del ambiente, de chavos, a lo que nos dedicamos y cosas de ese estilo hasta que ahondamos en el ambiente mismo. Me animé a asistir a dicha fiesta porque una de mis amigas de la escuela (del mismo año) andaba igual con uno de ellos de la secundaria y es como me anime por ir acompañadas, pero ella al poco tiempo después se perdió junto con su novio, vamos nunca supe qué onda con ella, pero fue el cómo me anime a asistir.

(Los diálogos descritos obviamente no son tan así como los describo, pero si de una manera aproximada)

Rebeca: Estas muy chavita para andar en estas reuniones, te vez tiernita.

Yo: Si, voy en la secu, pero soy novia de Brayan

Rebeca:¡No Manches! Ese es un cabrón, pero bueno es tu novio y no hablemos mal del susodicho, mientras lo ames nada importa.

Yo: Pues sí, pero cuéntame de él, que le sabes.

Rebeca: Pues estas aun chavita y no comprenderías algunas cosas, pero ya lo iras viendo poco a poco.

Yo: ¡Por!

Rebeca: ...

... Solo quiérelo, ya después te contaré.

Obviamente en la plática y por el tipo de ambiente hablamos de diferentes tipos de temas como de penes, con y sin circuncisión, nalgas, manos, tipos y facciones de hombres, artistas, revistas y cosas afines hasta que Rebeca tocó el tema de ser o mejor dicho que se dedicaba a ser escort.

En serio me quedé ida y de verdad, no sabía cómo reaccionar ante ello, no sabía si me estaba poniendo a prueba o si realmente se estaba sincerando con migo.

Rebeca: … pues si amiga como te decía, pues me dedico a veces a cortar pelo en una estética, luego a dar shows privados, algo de “modelaje” y bueno para no hacerte largo el cuentito este, pues sí, soy escort.

Yo: ¡Ahhhh! Que bien, ¡Que padre!

Lo último no le asentó nada bien el decirle ¡Que padre¡… sólo sentí su cara embarrarme casi con la mía (encarándome) o mejor dicho enfrentándome como con expresión de enojo y a su vez de asombro.

Rebeca: ¿Queeee? Es neta cabroncita, se te hace padre eso????? No pinches mames!!!

Yo: Perdón, es que no supe que decir, perdón amiga.

Rebeca: Pues si te estás fijando en el tipo de fiesta en la que estamos verdad!!

Yo: Si, no es nada legal ¿verdaaaa manita?

Rebeca: Obvioooo, y dime que vas hacer para mantenerte a ti misma???

Total, la plática siguió fluyendo, luego se calmó de su estrés primitivo-repentino y es cuando me empezó a caer el veinte (expresión coloquial) de la situación en la que estaba inmiscuida. Me empezó a decir si aún era ...