Noche de tormenta 2 - Relatos Eróticos

Noche de tormenta 2

... Ahhh...

.-A mi solo se me para cuando veo a las putas cabalgar a mi nieto. Así es como se me pone dura.

-Ahhh... ¿Entonces... ? Ahhh ... Ahhhh...

-Claro que no, puta, esta no es su primera vez. Una vez por semana le consigo una puta a David con el cuento de que nunca ha estado con una mujer. Al final siempre terminamos clavándola los dos como a tí. Ahhh... Me encanta tu culo, putica. se ve que la mazorca te lo abrió bien.

-Sí, viejo verde. Ahhh... Me lo abriste todo y ahora por eso no puedo exprimirte la verga como yo quiero. Ahhh... Dame duro, cabrón.... Ahhh... dame duro y llénamelo de leche.

-¡Sí, abuelo! -gritó David sofocado- Dale duro para que me ayudes a sacarle el demonio de adentro. Yo solo no puedo. Es muy fuerte. Se mueve mucho.

-¿Realmente está loco, viejo? Ahh... ¿En verdad está loco tú nieto y no puede camina?

-Sí... eso sí es cierto. -dijo Ramón y me agarró por los hombros- Pero después que te mete la verga eso no importa ¿verdad? Estás gozando como nunca.

-Sí... Ahhh... No me importa. Me encanta. Ahhh... Me parte en dos como una calabaza y me lleva al cielo. Quiero darle cintura toda la noche. Ahhh Sí...

Ramón aceleró aún más su ritmo y sus golpeteos en mis nalgas era como una sinfonía perfecta que se complementaban con mis gemidos y los truenos del exterior. Yo quería más... más... Quería fundirme con esas dos vergas. Quería que rellenaran mis cavidades. que me rozaran por siempre, que me hicieran su puta saca leche de las noches. ...

... Quería coger y coger y coger hasta drenar toda su energía.

-Sí, denme duro Ahhh Denme duro que para eso soy su puta. Denme duro. Ahhhh.... Sí.... que rico es ser su puta. Que rico...

-Sí, putica... -Dijo mi viejo tirándome del pelo- Duro a ese culo hasta rompértelo. ¡Duro! Ahhh.... Ahhh...

-¡Sí, abuelo! ¡Dale duro para sacarle el demonio! Dale duro que yo solo no puedo sin agua bendita. Necesito agua vendita. ¡Dale duro.

-Leche vendita, es lo que necesito yo, mi niño. Ahhh... Leche bendita en mi culo para purificarme Ahhhh... Ahhh.... Síi.... Me voy a venir, viejo verde Ahhhh... Me voy a venir... Ahhhhhhh....

-Ahhhhh. sí, putica.... coge mi leche.... coge mi leche... Ahhhh...

El viejo y yo terminamos al mismo tiempo y sentí su cuerpo temblar abrazado al mío por detrás. Su verga palpitaba en mi culo pidiendo descanso, después de haberme gozado como nunca antes ninguna verga lo había hecho. Dos segundos después, Ramón la sacó dejando escapar algo de leche, y yo seguí moviéndome despacio aún con la verga de David en mi interior. Ese niño parecía no tener intensiones de venirse, y su miembro seguía tieso como un mástil.

-No pudiste, abuelo -dijo David con clara frustración en el rostro- Es muy fuerte. Te lo dije. No pudiste vencer al demonio y sacárselo. Necesitamos agua bendita.

-¿De qué hablas, mi niño? -Respondí yo tomando algo de velocidad nuevamente- Ya tu abuelo me dio su leche bendita en mi culo. La siento chorrear ahora mismo fuera de mí.

-Agua ...