1. Bautizando el culo de mi casera Ramira


    Fecha: 03/05/2024, Categorías: Anal Autor: Chavavilla, Fuente: CuentoRelatos

    ... blancos senos con mi boca y empezar a chupar sus pezones, dándoles pequeños mordiscos en la punta, mientras ella gemía de placer. Pensé que trataría de quitarme de su pecho sin embargo, me pidió que se los succionará más fuerte, así que introduje uno de los voluptuosos pechos de la madura en mi boca, mientras que con mi lengua le acariciaba la punta de su pezón. Luego tomé ambos pechos con mis grandes manos y apretujándolos entre ellos, metí ambos pezones en mi boca.
    
    La música continuaba sonando, por lo que los ricos gemidos de la madura no se escucharían fuera del departamento, mientras yo seguía amamantándome en sus pezones. Entonces aproveché para subirle el vestido y descubrir que por en medio de las suculentas piernas de la madura, las pantimedias ya estaban mojadas de líquido vaginal. Yo más que excitado, empecé a masturbarla con mis manos por encima de las pantimedias, mientras seguía prendido a sus hermosos senos.
    
    Ella se recostó sobre el sillón, lo que me dejo claro que quería que le chupara su vagina, así que me recosté sobre su cadera y comencé a besar y lamer la vagina de mi casera por encima de las pantimedias, mientras colocaba los muslos de la mujer sobre mis hombros. Así, mientras mi boca masturbaba la vagina de aquel mujerón, yo acariciaba con mucha lujuria una y otra vez las piernas en pantimedias de la madura. Ella gemía un poco más fuerte, colocando sus delicadas y blancas manos en los pezones mojados por mi saliva.
    
    De pronto tomó mis manos y las ...
    ... puso sobre sus tetas para que los dos acariciáramos al mismo tiempo sus voluptuosos pezones, mientras yo seguía con el sexo oral. En eso estábamos cuando volví a colocar mis manos hasta su vagina, pero esta vez para hacer un agujero por en medio de las pantimedias. Ella al ver lo que intentaba me pidió que no las rompiera pues eran un regalo de su novio. Yo le respondí que después le compraría otras, mientras con mis dedos las rasgaba para descubrir lo que tanto deseaba.
    
    Cuando por fin logré mi objetivo, quedo al descubierto una tanga de encaje color blanco. Baje mi boca hasta su vagina para chuparla por encima de aquella sexi prenda. ¡Qué rico olor salía de su vagina! Era una mezcla de sexo y perfume. No pude contenerme, así que con mis manos hice a un lado la tanga para poder deleitarme con los jugos de su vagina al natural.
    
    Su pubis se notaba recién rasurado, su vagina muy mojada y de un color rosita en su interior. Parecía un tierno duraznito, listo para ser devorado. Introduje mi lengua en su vagina, lo que hizo que la madura gimiera otra vez de placer. Mi lengua recorría desde el culo hasta el clítoris de la madura mientras ella se tapaba la boca con una de sus manos para no dejar escapar sus gemidos, no fuera a ser que los vecinos de los otros departamentos la escucharan, a pesar de la música.
    
    Luego, empecé a succionar su clítoris, mientras volvía a acariciar sus pezones con mis manos. Estaba tan caliente que empecé a lamer su culo, al mismo tiempo que bajaba ...
«1234...»