La educadora tercera parte - Relatos Eróticos

La educadora tercera parte

... con lo de darme el gustazo de ser mujer.

Mercedes se dirigió hacia el balcón siguiendola yo con mis sandalias andando lo más femenina posible y pude sentir el aire en mis piernas y un poco más arriba, sintiéndome en aquel balcón como una hembra, mientras me acariciaba el culo tanto por encima de la falda como por debajo.

Mercedes_ qué te parece desde ahí abajo para la gente seremos madre e hija asomadas al balcón.

En broma le contesté sí mamá.

Mercedes_ pero bueno en realidad lo que eres es una putita y yo soy tu dueña, te parece bien.

Estar vestida completamente femenina maquillada y al lado de aquella mujer dominante me hacía sentir lo que ella quisiera.

Sí claro que yo soy tu putita, estuvimos un rato tanto en un balcón como en el otro mientras ella de vez en cuando acariciaba o sobaba mi cuerpo.

Mercedes_ bueno Marcos vendrá ahora quiero que lo recibas como si fuese tu hombre con un beso bien apasionado.

Yo asentí con la cabeza y con un sí no demasiado convincente.

Mercedes_ se pagará una buena ducha y luego vendrá al salón quiero que en todo momento seas cariñosa ya que eres en este momento su mujer y así te tienes que comportar en todo momento siendo complaciente ni que decir tiene que no te voy a dar más instrucciones de cómo lo hagas dependerá de qué sigamos disfrutando los unos de los otros, no creo que me decepciones hasta ahora lo has hecho muy bien.

Marcos llegó como un cuarto de hora después y cuando sentí que abría la puerta fui a ...

... recibirme no le dio tiempo casi a cerrar la puerta cuando me eché a su cuello para meter mi lengua en su boca y darnos un buen morreo mientras él solo a mi culo por debajo de la falda, cuando nos separamos este me miraba de arriba abajo con los ojos brillantes.

Marcos_ estás preciosa muy bonita me alegro de verte así, me voy a la ducha.

Mercedes_ ves le has gustado a tu marido ahora solo tienes que satisfacerlo.

Me imaginaba mi situación es y no sabía cómo hacerlo a pesar de saber lo que la pareja quería de mí, satisfacerlo como si yo fuese una mujer sabía lo que eso significaba y no lo tenía tan claro pensar de qué durante bastante tiempo había estado con una fuerte erección por mi vestimenta y ahora mi pene estaba más tranquilo.

Marcos regresó de la ducha solamente con un slip puesto de color blanco bien ajustado donde se podía apreciar la forma de su polla.

Marcos_ cariño por una cerveza y un poco de merienda.

Meneando mi culo lo más así posible me dirigí a la cocina seguida por Marcos y Mercedes para ver la escena.

Mientras prepara las dos cosas Marcos se entretenía en sumarme el culo y de vez en cuando besarme con su lengua siendo yo completamente receptiva.

Una vez que se tomó el embutido nos fuimos al salón donde sentándonos una al lado del otro frente a Mercedes charlamos como si de un matrimonio se tratase.

Con mi voz susurrándole qué tal cariño como ha ido el día vienes cansado sediento amorcito quieres que juguemos.

Marcos acariciaba ...