La perversión me sedujo 19 - Relatos Eróticos

La perversión me sedujo 19

... pies.

–Venga, besad nuestros pies, esclavos. –ordenaron ellas.

–Si, mi Ama Carolina. –dijo Arturo.

–Si, mi Ama Sara. –dijo Manuel.

–Si, mi Ama Nadia. –dijo Antonio.

Mientras ellas, los observaban, mirándolos y mirándose con una sonrisa de malicia, habiendo descubierto un nuevo modo de sexualidad, que desconocían del todo, pero que curioseando y mirando fin de semana tras fin de semana a Lucy, Soraya y Stefany, fueron aprendiendo a hacer de Ama, con sus humillaciones en público a sus esclavos y esclavas.

Cuando terminaron de limpiarles los pies, de la suciedad que tuvieran y del sudor que tuvieran por haber estado andando descalzas por la calle, pensaron que era hora de darles placer a sus esclavos.

–Vamos, esclavos. –dijo Carolina.

–Ahora, os toca a vosotros, cerdos. –dijo Nadia.

–Putos guarros de mierda. –dijo Sara.

Las tres se dieron la vuelta para ponerse detrás de sus esclavos, mientras que Olga estaba grabando todo en vídeo con su móvil.

–Veréis como os va a gustar a los tres. –dijo Carolina.

Cogió su polla por detrás de él, mientras le tiraba de la correa, haciendo que se arqueara su espalda, pero cogiéndole la polla con otra mano, comenzando a masturbarlo, haciendo que gimiese de placer al poco tiempo de masturbarlo.

Las otras imitaron a Carolina, mientras que Olga se sentó en el sofá, poniendo sus pies en sus caras, restregándoselos uno detrás de otro. Mientras que los tres eran masturbados por sus Amas, a Olga le lamían sus ...

... pies sucios completamente, llenos de mierda y de suciedad de caminar toda la noche por la casa. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer.

Los tres esclavos, comenzaron a lamerle sus pies, como posesos, mientras que eran masturbados, gemían de placer, pero tenían los pies sucios de su Ama Olga, se los dejaron super limpios. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer.

Comenzaron a correrse como perros en celo, justo en el momento que Olga puso su coño en sus bocas, meándose dentro de ellas. Olga iba repartiendo su orina en cada una de sus bocas, para dejar un poco para mearles en sus caras y por encima de su cabeza, junto con su cuerpo como había visto hacer a sus amigas.

–¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de placer los esclavos. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer los esclavos.

–¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de placer Olga. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer Olga.

Hasta que los perros terminaron de correrse, Nadia, Sara y Carolina soltaron sus pollas para coger cada una su correa, para comenzar a darles latigazos, haciéndolos gemir de dolor y de placer. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de dolor los esclavos. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer los esclavos. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemían de dolor los esclavos. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemían de placer los esclavos.

Mientras con la otra mano, tiraban de la correa que tenían atado en sus cuellos, volviendo ...