1. Por la ley y el orden, dejé que mi supervisor me diera por el culo….


    Fecha: 24/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tremendo beso, al mismo tiempo me ha dado un profundo y tremendo apretón de nalgas.
    
    Lo que me dejó entre turbado y sorprendido, pero en esos momentos, cuando lo escuché decirme en un tono de voz apenas audible. “Tranquilo, sígueme la corriente.”
    
    Seguí pensando que era parte del teatro que estábamos montando, por lo que yo continué también actuando, pero seguí sintiendo una de sus manos prácticamente entre mis nalgas, mientras que, con la otra mano, me subía la corta falda que yo estaba usando y descaradamente me acariciaba los muslos, frente a las putas y travestis que se encontraban cerca de mí.
    
    Lo cierto es que, en medio de todo, el que el teniente me hiciera eso, y de la manera en que lo estaba haciendo, me comenzó a agradar mucho, tanto que sin querer dejé escapar un profundo suspiro, tras otro de los agarrones que les dio a mis nalgas.
    
    Yo realmente estaba como en las nubes, el teniente mi supervisor, es un tipo de cuerpo atlético, más alto que yo, con su cabeza completamente rapada, y con sus gruesos brazos me tenía sujeto contra su cuerpo.
    
    Lo que hasta el momento en que comencé a sentir sobre mi descubierto ombligo, su grueso y duro miembro oculto bajo la tela de su pantalón, estuve pensando que todo era parte del montaje, pero al palparlo con una de mis manos, me di cuenta de que sus intenciones eran las que yo en el fondo de mi ser deseaba intensamente, en esos momentos.
    
    Cuando el teniente me dijo al oído, que me agachase, de tras de su auto, supe ...
    ... de inmediato cuáles eran sus deseos, creo que me pude negar, pero no lo hice ya que también eran también los deseos míos.
    
    Así que, ante la vista de algunas de las chicas, coqueta y seductoramente me agaché, y con toda la calma del mundo, bajé la cremallera de su pantalón y como por arte de magia apareció su erecto miembro.
    
    Él que, sin vergüenza alguna de mi parte, tomé entre mis dedos, y lentamente comencé a juguetear con él.
    
    Con lo parado y duro que se encontraba su verga, no valía la pena perder mucho tiempo jugueteando con eso entre mis dedos, por lo que, sin pensarlo mucho, lo primero que comencé a hacer fue, el pasar mi lengua lentamente sobre su colorado glande, tal como si fuera una gran barquilla de helado.
    
    Sentir su sabor, su aroma a macho, su calor, me derritieron, y me torné goloso, por lo que después de esas primeras lamidas, introduje casi por completo su verga dentro de mi boca, lo sentía que me llegaba hasta mi garganta.
    
    Por lo que moviendo mi cabeza de adelante hacia atrás comencé a darle una tremenda mamada, sin pensar en las consecuencias de mis actos.
    
    Pero mientras yo se lo mamaba profundamente, mi supervisor, colocó sus manos sobre la peluca rubia que yo estaba usando, y guiando mi cabeza, continuó disfrutando de lo que yo tan sabrosamente con mi boca le hacía.
    
    Una que otra puta, así como uno que otro travesti, que se encontraban cercanos a nosotros, comenzaron a decirnos nos que nos fuéramos a un motel, que espantábamos a los clientes ...