1. ¿Por qué a mí? Capítulo 48


    Fecha: 08/06/2024, Categorías: Gays Autor: Jesus tsukishiro, Fuente: TodoRelatos

    ... sea, tenía un plan delineado, definido para mi cuarto de siglo de vida, tratando de ser feliz o de aparentarlo, quería formalizar mi relación con el ingeniero, tratar de llevar una relación bien, vivir con él cosas maravillosas, celebrando, pero se arruinó gracias a ese ser, a Enrique; me desgració la vida mi ex al transmitirme el Virus, luego Enrique, ¿qué más me faltaba?; cómo dije, nunca entenderé a las personas participes delBug Chaser, sólo ellos sabrán lo que les causa el andar esparciendo este mal, y por culpa de ese obsesionado ser, caí en coma. Cumplí 25 años luchando contra la muerte; tres meses atrás estaba feliz planeando el gran cumpleaños; pero me encontraba en ese Limbo acompañado de Jacqueline, cumplía mi primer año batallando con el cáncer sin saberlo, llegaron mis 26 años y había librado el cáncer pero seguía sin reaccionar del coma; llegó mi segundo año en coma y las esperanzas de vida eran ya mínimas en mí, estaba deteriorándome, sin embargo algo pasó que logré despertar; tenía ya 27 años, ¿si saben que es la edad en la que se le conoce como la β€œedad maldita” o mejor conocida como β€œel club de los 27”?, afortunadamente para muchos y desafortunadamente para mí no me uní a ese grupo y regresé a la vida con 27 años; ¿creen que deba celebrar mis 28 años?, es como si hubiese nacido o me estuviese reiniciando; ustedes ¿Qué opinan?
    
    Luego de ese abrazo con mi mamá que parecía eterno, mi celular sonaba, veía que era Aníbal y mi mamá se separaba diciéndome.
    
    – ...
    ... Anda ve con ese muchacho, pero no regreses tarde, ¿te llevas tu llave? – Me miraba.
    
    – Sí mamá, llevo mi llave, gracias por recordarme, prometo no regresar tarde y pues nos vemos luego. – Me sonreía sintiendo un alivio, la tensión entre nosotros estaba esfumándose.
    
    – Hola. – Atendía la llamada.
    
    – Hola Job, oye, ya estoy acercándome, no veo lugar para estacionarme, te parece si sales y te subes, ¿puedes? – Aníbal me hablaba apurado.
    
    – Ah sí, sí, salgo, no te preocupes, estoy en unos momentos afuera. – Le respondía.
    
    Le hacía señas a mi mamá de que ya me iba y ella me sonreía deseándome una buena noche; estábamos hablando en lo que avanzaba para la puerta, me despedía de mis hermanos y justo saliendo de la puerta veía una camioneta gris echándome luces, bajando el cristal era Aníbal regalándome una sonrisa; finalizaba la llamada y ambos nos mirábamos.
    
    – Anda sube. – Me abría la puerta.
    
    – Gracias, sí. – Nervioso me subía.
    
    Ambos nuevamente nos mirábamos, no sabíamos que hacer, estaba él mal estacionado.
    
    – Buenas noches. – Dije nervioso.
    
    – Oh sí, disculpa, buenas noches. – Aníbal nervioso.
    
    – ¿Y bien? – Preguntaba algo tembloroso.
    
    – ¿Bien qué? – Aníbal algo confuso.
    
    Nos sonreíamos y nos sonrojábamos, él se me quedó viendo detenidamente e intento acercarse a mí, ¡me quería besar!, sin embargo un claxon frenaba ese momento y él asustado.
    
    – ¡Chin, se me olvidaba que me quedé aquí, perdón! – Apenado echaba las luces y avanzaba.
    
    – Disculpa Job, ...