El probador (madre e hijo)
Fecha: 19/06/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos
Con el agotamiento habitual de mi reciente sesión de gimnasio, sumado mis 56 años, me dirijo a las duchas para el reparador baño. Mientras el agua corría por mi cuerpo, en mi cabeza daban vueltas mil cosas, el trabajo, el hogar, pero sobre todo mi encuentro hoy, con un compañero de trabajo. Pero más me urgía tomar la decisión de hablar con mi marido para decirle el final de nuestra relación, que él se encargó de destruir hace más o menos año y medio.
Pero más me carcomía los pensamientos lo que sucedería esta noche en este primer encuentro con Ángel, quien me invito a salir, según dijo, solo tomar algo, pero a mi edad y su edad, sabemos cómo terminaría eso, sumado a la falta de sexo que vengo teniendo.
Mientras elaboraba ideas, juro que sin darme cuenta, me encontré tocando mi vagina, húmeda, tanto por fuera como por dentro, no pudiendo controlarme, cerré la cortina de nylon y me aboque a la tarea de darme placer tocando mis labios inflamados y estimulando el clítoris, para que, en muy poco tiempo, surgiera ese orgasmo reparador.
Ya vestida, llame a mi hijo por el móvil para que me acompañe a comprar ropa y luego almorzar juntos, cosa que acepto de buen agrado.
Nos encontramos en la puerta de un negocio de prendas femeninas, lo veo llegar caminando a paso cansino y tranquilo como es el, con su metro ochenta y cinco de altura y enfundado en su remera que dejaba ver sus bíceps trabajados y bien abultados, como así su hermoso culo de gimnasio y su hermoso bulto, el ...
... que se apreciaba debajo de su pantalón deportivo.
Luego de un fervoroso abrazo y un gran beso que me dejo la mejilla colorada, ingresamos al comercio, debo reconocer que me tuvo paciencia, y mucha, mientras recogía la posible ropa a comprar. Lleve al probador vestidos, pantalones, remeras, medias y hasta zapatos y zapatillas, obvio sin olvidar ropa interior bien sensual, por lo que pudiera surgir esta noche.
Cada combinación de ropa, lo hacía pasar para buscar su aprobación, fue una hora de tortura para mi hijo, pero estoico, él me decía, esto sí o esto no, hasta que encontramos una combinación muy juvenil e informal, que combinaba con unas zapatillas tipo tenis blancas.
- Mama, da gracias que sos mi madre, si no te juro me caso con vos, sos hermosa, tenés un cuerpo espectacular y aparte destilas dulzura.
- Gracias, seguro lo decís porque soy tu madre.
- No es la realidad, aun con tu edad estas más buena que una de veinte o veinticinco.
- Hijo, que cosas decís…
La lisonja hizo que me mojara nuevamente, hacía rato que no recibía comentarios de ese tipo, pero… es mi hijo… ideas locas de mi cabeza, ¿pero no imposibles?
- Bueno mi bebe, hora me voy a probar ropa interior.
- Dale ma, yo te digo como te queda.
- Ahí no, como me vas a ver así.
- Mama, cuantas veces te he visto…
Se retiró sin más, comencé a probarme la lencería y nada me conformaba, no me quedo opción, lo llame a Julio.
Al ingresar al probador sus ojos se agrandaron como huevos ...