1. El probador (madre e hijo)


    Fecha: 19/06/2024, Categorías: Incesto Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos

    ... fritos al verme con una tanga de hilo dental que se perdía entre mis glúteos y un pequeño trozo de tela que marcaba los labios en mi vagina depilada recientemente, vi como su miembro crecía progresivamente, mi libido se exacerbaba a la par, humedeciendo, visiblemente ese minúsculo retazo de tela mencionado, que la cubría, pero casi nada.
    
    No hubo en ese momento, ningún segundo de dudas, nuestras manos buscaron esos objetos de deseo, nuestras bocas se unieron. Le baje un poco el pantalón junto con su bóxer permitiendo liberar el gran miembro que escondía julio entre sus piernas, el tanga cayó al piso, me dio bruscamente la vuelta haciéndome inclinar, con una mano tomo mi cintura y con la libre tapo mi boca para introducir de un solo empujón todo ese cuerpo venoso, largo y grueso que se perdió con facilidad dentro de la encharcada vagina; con vehementes empujones me hacía sentir su presencia en el interior, sentí como se inflamaba más ahí dentro, palpitando la inminente llegada del semen que impactaría en mis entrañas, primero acabo Julio, al sentir ese semen caliente, mi organismo no dudo e hizo lo suyo, haciéndole saber a mi hijo que mi orgasmo fue intenso, cuando mi boca se abrió en forma descomunal prodigándole una mordida a sus dedos.
    
    Apenas terminábamos de vestirnos cuando la vendedora se asomó y con una mirada cómplice al ver nuestros cuerpos agitados y el rubor en el rostro dijo en tono pícaro.
    
    - ¿Terminaron? ¿Ya se probó la ropa?
    
    Tomando el tanga y el ...
    ... corpiño, dijo entre risitas y oliendo la prenda.
    
    - ¿Lleva esta no?
    
    Luego de pagar salimos tomados de la mano sin pronunciar palabra, algún beso que otro perdido por ahí, me hizo caer en la cuenta que no fue un sueño.
    
    Coronamos el mediodía con el almuerzo prometido hablando de cosas rutinarias, sin mencionar nada de lo sucedido debido a la cercanía de la gente que estaba en mesas contiguas.
    
    Debo reconocer, cada vez que Julio rozaba mi mano con la suya mi vagina volvía a palpitar, creo que se lo hice saber cada vez que mis ojos se ponían casi blancos de la excitación que me producía su cercanía y esa mirada esmeralda penetrante que tiene.
    
    Subimos al vehículo y tomamos la salida del estacionamiento, el rumbo no era el que yo había hecho tantas veces, dio vueltas en varias esquina y tomo por una avenida por la que no transitamos muchas cuadras, pues en el primer letrero de hotel alojamiento giro a la derecha y estaciono en la cochera de una de las tantas habitaciones, justo la numero sesenta y nueve, (los vicios), más que sorprendida estaba excitada, mi vagina destilaba fluidos y, hasta humedecieron la entrepierna de mi pantalón y nuevamente su gran verga estaba en alto, orgullosa, gallarda. No quise perder la oportunidad, de un tirón baje un poco el pantalón y me zambullí para engullirla, cosa que me costó, nunca había tenido dentro de mi boca algo tan grande, lo escuche gemir por primera vez, sentir el sabor de su liquido pre seminal en mis papilas me hizo mojar aún ...