Un depravado albañil violó sin compasión a un niño de tan solo 8 años (parte 1)
Fecha: 20/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Fantasías Eróticas
Gays
Autor: Oro93, Fuente: SexoSinTabues30
Luego de una larga espera, un ejemplar matrimonio cumplía un nuevo sueño: David y Lucía, los padres de Luis, un lindo blanquito, cachetón y nalgón de cabellos negros y bella sonrisa, estaban por reformar aquella vieja casita en la que vivían, confiando en un contratista y su plantel, sin imaginar jamás lo que iba a suceder…
Existen dos actos que siempre conviene aplicarlos: 1) nunca dejar a los niños solos en la casa y 2) que los empleadores chequeen el historial de sus empleados. No hacer aquello ayudó a que, en una nublada tarde de otoño, un fortachón albañil oriundo de la campaña, llamado Pedro (un tiempo preso por posesión de pornografía infantil) sometiera, en la mismísima cama matrimonial y sin ningún tipo de compasión, al pequeño hijo de los propietarios de la vivienda, aprovechando la oportunidad al ser el solitario residente en aquella obra…
Aunque jamás sería una justificación, el andar delicado y las nalguitas de Luis quizá le jugaron en contra para sufrir la más traumática de las iniciaciones carnales, por parte de Pedro, un morocho de 1.75 metros, musculoso, pelado y dueño de un buen pene de 20 x 9 cm, que estrenó en un cuerpo ajeno por primera vez a sus 15 años y que desde entonces penetró, siempre con brutalidad, incontables conchitas y gargantas de hembritas, preñando varias de ellas. Pedro era de esos machos rudos, que estaban hechos por y para el sexo heterosexual, aunque con un oscuro deseo que estaba por cumplir: someter, a un niñito nalgón como ...
... Luis, a sus más bajos placeres carnales por la fuerza y tantas veces como sea posible. Llevaba ya semanas pescando por la oportunidad y, como dice el dicho, la ocasión hizo al ladrón o, mejor dicho, hizo de Pedro un violador de niños…
La siesta del niño Luis, en su habitación, fue interrumpida por la entrada de Pedro, quien se encontraba sin remera, que evidenciaba su trabajado cuerpo y con un short de fútbol, que marcaba tanto sus piernas hechas a puro fútbol como principalmente un feroz bulto con una erección de campeonato. Con su cipote listo para la acción, estiró de su camita a su víctima, que se encontraba con su truzita puesta y nada más; el niño aturdido no comprendía lo que le estaba por sufrir. El albañil, que tantas veces imaginó en furiosas pajas inundar en leche un pequeño culito, sin perder tiempo lo cargó hasta la habitación principal y, tras llavear la puerta, arrojó a la pequeña e indefensa víctima a la cama de sus padres, y luego, tras quitarle la trusita, admiró fascinado aquella redonda y voluminosa nalguita, haciendo que se mojara la punta de su pija con gotas de líquido preseminal. Luisito, somnoliento, queda boca abajo y de forma un poco extraña, se quedó dormido nuevamente, sin darse cuenta de que estaba desnudo y a punto de ser salvajemente ultrajado. Frotándose las manos, el obrero se quitó el short y el boxer y desnudo, llenó de lubricante, que encontró ahí, a su ya durísima y estimulada pija, que estaba por ser puesta a prueba, por parte del ...