En Burgos hasta las piedras son Nacionales
Fecha: 20/06/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Amorclandestino, Fuente: CuentoRelatos
... mujer con pintas de drogadictos rodeándome, cuchillo en mano.
–¡Danos todo el dinero, tarjetas de crédito y objetos de valor que tengas! ¡YA!! –me grita al oído el hombre, mientras me tapa la boca con una mano– si no, tendrás tu castigo, ¡niñata!
Con la misma mano que me ha tapado la boca, me agarra fuertemente de mis delicadas muñecas, mientras que con la otra sostiene un cuchillo y unas bridas en una mano. Acto seguido, me pone la zancadilla, caigo al suelo de rodillas y empieza a atarme las muñecas y tobillos con las bridas.
Empiezo a llorar y a gritar, oponiendo resistencia.
–¡AAAAHHH! ¡AYUDA, POR FAVOR! –grito con todas mis fuerzas.
De repente, siento una mano tapando mi boca con violencia y un frío cuchillo amenazador delante de mi cuello.
–Cierra la boca, zorra –me dice la mujer drogadicta en un tono de ultratumba.
Entonces, un silencio sepulcral reina en la finca, pero en cuestión de segundos, escucho unos rápidos taconeos descendiendo unas escaleras hasta que, de repente, se abre la puerta, junto con muchas luces de la fachada.
Entre las luces de la calle, vislumbro la voluptuosa figura de la mujer cuya conversación he estado escuchando muy atentamente dirigiéndose al lugar donde me encuentro retenida. Es realmente alta (le pondría algo más de 1,85, aunque con el calzado que lleva, más de 1,90), gordita y bien proporcionada, de piel muy blanca y de cabello negro azabache natural, una lacia y bravía melena larga que quita el sentido. Tiene ...
... un precioso rostro de facciones toscas, con unas mejillas bien mofletonas y sonrojadas, unos ojos café oscuro achinados y lleva gafas.
–¡Eh! ¿Quién anda ahí? –grita, porra extensible en mano y con semblante de perdonavidas.
A juzgar por la edad, la situaría en la treintena. Estoy realmente alucinando con el atractivo y tan conocido atuendo que viste: una boina roja, una camisa azul con un yugo y unas flechas bordados en rojo, una insignia de la bandera blanca con las aspas rojas de Borgoña y unas condecoraciones plateadas de la Legión Española y de las cruces de las Órdenes de Malta, del Temple, del Santo Sepulcro, de Santiago y de Calatrava, una falda negra larga hasta las rodillas con un cinturón negro bien grande, ancho y con una gruesa hebilla, un cinturón que podría ser perfectamente de hombre y que ciñe la prenda a las abundantes carnes de su hermoso cuerpo al mismo tiempo que sostiene una pequeña pistola de caza y una porra extensible en su cintura, y unas botas negras altas de cuero, plataforma y tacón ancho. Una estética, a mis ojos, paramilitar y sexy al mismo tiempo. Exactamente la misma que la de las mujeres de la Sección Femenina de Falange. Aunque en actitud todo lo contrario a los valores del siglo pasado en cuanto a la mujer y a lo que siempre he escuchado hablar sobre la Sección Femenina y sobre las mujeres de esa cuerda política todavía hoy en día. De mujer sumisa, CERO al cubo. No es por decir, pero absolutamente NADA que envidiar a las feministas ...