Pintor de brocha gorda - Relatos Eróticos

Pintor de brocha gorda

... el doble que el mío me comí aquella polla durante un buen rato mientras sentía como el agua caía sobre mi cabeza hasta que este me mandó detener y fue él el que se agachó no atrapó mi polla en su boca sino que me giró y haciéndome y criar mi cuerpo hacia delante empezó a pasar su lengua por mí dolorido esfínter aliviando la sensación y dando lugar a placer.

Pello_ me gusta este coñito que tienes me lo voy a comer y me lo voy a follar muchas veces si tú quieres ser de tu macho y tú mi pequeña putita.

Yo_ sí claro que podrás follarme cuando quieras y yo seré tu putita sigue me gusta lo que me haces quiero sentirte dentro de mí.

Se me había ido la cabeza estaba claro el placer era muy agradable pero de ahí a entregarme a un tío que me sacaba veinte años y ser su puta ya se me había ido la pinza.

Salimos de la ducha prácticamente sin secarlos y una vez me llevó a su cuarto de tubo boca abajo abrido de piernas continuó purgando con su lengua en mi ano mientras estiraba ya de mi picha para también chuparla sacándola entre mis piernas la sensación era embriagadora es citante a cien por cien el placer sublime.

Yo mismo me revolví para colocándolo boca arriba colocarme en la posición 69 dándole mi culo y mis genitales a comer mientras yo me tragaba su polla y sus huevos.

Pello_ cariño porque no pasas tu lengua por mí ano lo tengo limpio y me gustaría mucho sentir tu lengua hay.

Era una petición pero en mi cabeza solo como si fuese un imperativo y sin siquiera ...

... pensarlo mi lengua se clavó en aquel esfínter sacando auténticos gemidos de placer de macho.

Pello_ si mi putita sí qué rico lo haces quiero follar tu culito te entrará mi verga gorda en ese estrechito ano.

Mi pensamiento era el mismo aquella verga era más gorda que la que me habían clavado hacía unas horas pero a su vez también era más corta no sabía yo mismo si aquello traspasaría mi esfínter pero desde luego por el calentón que en aquel momento llevaba lo iba a intentar, busqué un preservativo y el lubricante que estaban encima de la mesilla y un tanto miedo introduciendo algún dedo yo mismo hecho un buen chorro por encima de aquel condón y colocándome en cuclillas apunté a la entrada aquella cabezona polla.

Sentía el calor que despedía y el palpitar de aquel pollón yo mismo fui relajando mi cuerpo para que casi sin darme demasiada cuenta introdujese aquella cabezona sintiendo una pinchada me retiré para volver a introducir el capullo y esta vez parte del tronco retrocediendo avance centímetro centímetro hasta que me quedé sentado encima de él inclinado mi cuerpo busque su boca y le besé apasionadamente mientras le decía cielo la tengo toda hasta los huevos clavada lo hemos conseguido.

Los dos teníamos una risa nerviosa por la hazaña conseguida.

Pello_ joder cariño ah no todo el mundo le entra esta polla en el culo creo que me vas a hacer muy feliz.

Yo empecé a mover mi culo para que aquello me diese placer a mí y a mi macho fui abundando el ritmo haciéndome ...