La mujer perdida II (Capítulo III)
Fecha: 26/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Infidelidad
Voyerismo
Autor: oldie, Fuente: SexoSinTabues30
... acariciando con la lengua, lamiendo, besando y jugueteando con sus labios el miembro de Miki, que se regodeaba y se burlaba de ella.
-Vaya, parece que a la zorra le está empezando a gustar mi pedazo de carne-
Ella no podía ocultar el rubor, pero no dejaba de lamer y besarlo.
-Quiero escucharte, ¿Qué te parece este miembro?-
-Pues la verdad es que es muy bonito, y muy grande. Me parece fascinante!-
-Ja ja ja, sabía que en cuanto que lo vieses, te ibas a enamorar de él…
Pues ahora que lo has probado y visto y te ha encantado, verás cuando te rompa ese conejo con mi pedazo de miembro.-
De repente, la mirada de mi coral me mató por completo, porque miró con una expresión de súplica y de asombro a los ojos de Miki que no conocía.
-Vamos, no voy a esperar ni un minuto más, quiero que seas tú misma la que te metas dentro este pedazo de carne-
Directamente, se echó sobre la cama, y ella obedientemente, se subió sobre él, y muy despacito, fue acariciando con el miembro, su vagina que por cierto la tenía chorreando. El muy hijo de puta, no dejaba de filmar primeros planos de su coño mojado, y su pollón restregándose con su clítoris, estuvo Coral, ...
... restregándose con el miembro durante unos instantes, que me parecieron una eternidad, hasta que finalmente, se subió sobre ese mástil y despacio, y con mucho cuidado fue introduciéndoselo mientras soltaba un ahogado gemido.
-Ahhhhhh…. Diooooos! Qué bien se siente-
Permaneció unos instantes con ese pedazo de barra de carne alojado en su interior, encajado hasta lo más profundo de sus entrañas… Y entonces sucedió lo que más temía, y era que con el miembro aún dentro de ella, se acercó a sus labios y comenzó un morreo largo y tendido.
Ya no había coacción, ya no había fuerza, ni amenazas…
Ahora era auténtico sexo, auténtica atracción… El muy hijo de las mil putas
acababa de ganarse a mi esposa…
La había conquistado y yo tenía la sensación de que la había perdido…
Pausé nuevamente el vídeo, me asomé al balcón y comencé a llorar desconsoladamente…
Como hacía años que no lo hacía, incluso más aún que cuando despertó el diablo que creía enterrado…
Me encontraba en el balcón de mi casa, llorando y completamente perdido, sin saber qué hacer, ni cómo gestionar todo lo que estaba sucediendo…
Pero algo si tenía muy claro, y es que el macho Sigma, tenía que reaparecer.