1. Las mucamas


    Fecha: 03/07/2024, Categorías: Fetichismo Autor: MartinyMarcela, Fuente: CuentoRelatos

    ... gustaba ese incipiente acercamiento de su nieto y la nena, la chica era su adoración y el muchacho su nieto preferido y tal vez la chica le sacaba algunos años de diferencia pero eso no era problema.
    
    Le dijo la Doña a su mucama que se ponga cómoda para trabajar, y la nena así lo hizo: fue a su habitación a cambiarse y optó por una remerita blanca con detalles fluorescentes unos crocs azules y una calza de algodón color gris claro apretadita que la hacía ver cómo si no tuviera nada abajo, era una segunda piel.
    
    Fueron al mercado a comprar frutas los tres. Ni bien entraron Fede notó como a los trabajadores y changarines se le iban los ojos por la chica, ella sin problemas se agachaba poniéndose en cuclillas o bien cuando veía alguna fruta o verdura con buen precio en algún puesto se detenía a observar inclinandose sin flexionar las rodillas sacando culo a más no poder. Lo hacía tal vez sin intención pero ese cuerpazo no pasaba desapercibido en ese ambiente ocupado mayormente por hombres. Después empujaba la silla de ruedas de la señora y caminaba lento e inclinada y otra vez sacaba culo haciéndose notar por dónde pasaba. El chico la seguía de atrás y mirando ese orto exibirse tan sensual y escuchando a esos rudos hombres de modales brutos decirle cosas atrevidas a Pocahontas le provocó tal excitación que se le fue poniendo duro el pene por todo lo vivido. Tuvo que taparlo con las bolsas cargadas de las compras para disimular la carpa que tenía debajo del ...
    ... pantalón.
    
    Volvieron a la casona, ingresaron la camioneta y mientas Federico se ocupaba de bajar y llevarla adentro a la abuela, Ingrid sacaba del baúl las bolsas de las compras. El joven volvió en su ayuda y la vió medio cuerpo metida en el vehículo, inclinada y dejando ese redondo culo en pompa. Otra vez se le puso dura la pija al ver a la empleada doméstica mostrando el orto con esa calza gris claro y el contorno de la tanga se le marcaba muy bien.
    
    Ya las ganas de cogerla eran insoportables, el tema era como abordarla y cuándo.
    
    –Fede me vas a gastar la cola de tanto mirarmela!– le dijo Ingrid ya jugada.
    
    Ella movió el balón primero, dió el puntapié inicial.
    
    No le dió tiempo a respuesta alguna pues el no esperó esa reacción de la tímida muchacha, pasa que la convivencia y estar todo el día en la casa juntos alimentó el deseo sexual de ambos, tarde o temprano se iban a mirar era inevitable. La situación se prestaba para el juego y a pesar de ser nueve años mayor que él eso poco importaba.
    
    La chica se puso a limpiar el piso, Fede se sentó a ver una serie en Netflix pero más prestaba atención a ese cuerpazo. Ella entró en calor y se hizo un nudo en la remera dejando su panza al aire adornada por un piercing color plata que le atravesaba el ombligo, aunque lo mejor era verla de atrás, Ingrid tenía la cola grande y al verla cuasi agachada a Fede se le fue parando el pene.
    
    Ella lo pescó mirándola y le empezó a gustar, se agachaba más y sabía que lo calentaba.
    
    –Que mirás– se ...
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