Tengo dueño - Relatos Eróticos

Tengo dueño

... gusta morrearse conmigo en público, en los bares. Hasta invitan a los mirones a tocarme las tetas o el culo para que vean lo firmes que los tengo.

La verdad es que todo el tiempo que paso sola en casa lo dedico a leer o hacer ejercicio para mantenerme en forma y apetecible para mi amo

El padre de mi amo fue un excelente jugador de billar. A veces vamos a un salón con sus amigos y otros más jóvenes y los desafía. Yo soy el premio. Quien le gane le premio con una mamada. Solo eso. Mi coño y el culo son para quien los paga. Pocas veces me han follado contra la mesa del billar. Al dueño no le gusta eso. Ni siquiera aunque el padre de mi Amo me ofrezca gratis para él.

En el billar siempre estoy con lencería. Me la van obsequiando ellos: tangas, corsés, sujetadores, ligas, medias, tacones. Se divierten intentando enseñarme a jugar al billar. Se ponen tras de mí para restregarme el paquete y me sujetan de las tetas para que no me mueva mientras tiro.

Ah, y el collar. Es la única prenda que siempre llevo. No puedo quitarmela. Es de metal. No se de qué tipo pero el caso es que no suena en los pasos de detección de metales.

Esta soldada. Es un trabajo excelente, no se nota la unión en ningún sitio. Enfrente la argolla para enganchar la correa o colgar algún adorno. En el lateral, junto al cogote se lee “propiedad de…” y unas letras en árabe que no se que ...

... significan. Quizás sea su nombre.

Y así transcurre mi vida. Feliz, despreocupada, sabiendo que estoy protegida, cuidada, sin necesidades que cubrir y mejorando como persona y mujer… para él.

Le gusta que haga ejercicio, lea mucho y… quiere que en septiembre empiece a estudiar, aún no ha decidido qué pero espera que no le defraude. O “lo pagaré caro”.

Claro que le obedeceré, como siempre, pero me asusta esa “amenaza”. El castigo más duro que puede ponerme es el de abandonarme y solo imaginarlo ya me produce angustia y vértigos.

Una de sus amigas es siempre muy amable conmigo (casi todas las demás pasan de mi o me tratan como un mueble) y me dice que debería salir más de casa, no solo con él. Buscar amigas… No tengo amigas. Todo el recuerdo de antes de someterme es de unas arpías que te dejaban tirada a la más mínima. Y bastante antes las acosadoras del insti que me machacaban día sí día también sin que ni a los profes ni a mis padres les importara una mierda.

En el libro que estoy leyendo ahora he encontrado una especie de test “¿Eres feminista?” lo he completado y resulta que sí, lo soy. No sé cómo interpretar eso.

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N. de A. Es una lástima que solo pueda seleccionarse una categoria porque en "Confesiones" tambien quedaria apropiada.

Como siempre agradezco de antemano ánimos y críticas. Aunque espero que os guste tanto como a mi escribirlo

Bso