Nueva vida en el viejo Mundo - 1era Quincena - Relatos Eróticos

Nueva vida en el viejo Mundo - 1era Quincena

... espere a cenar en su casa.

Si si lo imagine Maria, todos los años hace lo mismo. Por favor reserva una mesa en el restaurante tal.. Disfruta la cena y corta.

Me quedo mirando el móvil sin comprender… Cómo esta mujer sabe todo de mi y habla con tal seguridad y soltura, incluso dándome órdenes.

Giro mi vista aun con el móvil frente a mi, y veo a Carlos reirse de mi

Maria Maria que ingenua eres.

Porque dice eso Jefe

Mira, Conchita es mi esposa, y ademas sera superior a ti en todo momento, por ello ya has aprendido a dirigirte a ella como Sra Conchita, ella está enterada de ti más de lo que tú te imaginas, y ella sabe todo lo que hago contigo, por que la necesito a ella para que tu cumplas no solo tu trabajo, sino todo lo demas temas extra laborales que tengo planeado para ti en el futuro.

Mientras se desvanece esa imagen surge una nueva imagen, esta vez en el automóvil de Pablo yendo a visitar la obra más importante de la empresa, que se realiza en Toledo, hasta me ha dado un sobrero protector amarillo, para llevar mientras estamos dentro del obrado.

Cuando pruebo el dichoso casco protector porque él debía ajustarlo correctamente para que no se me caiga ni lastime, me veo en el espejo del acompañante, echó a reír a carcajadas sin poder parar. Solo su mano entre mi entrepierna y su beso logró calmarme y callarme, dado que todas sus órdenes de hacerlo, fueron infructuosas y ni siquiera las escuche por las carcajadas. A lo largo del viaje tuve que ...

... preparar y encender su habano, durando el mismo hasta casi llegar al obrador, siendo para mí un verdadero martirio, debido al olor tan fuerte dentro del auto, que casi no me permitía respirar, y nada pude yo decir.

No hubo momento en esa visita en que no me sintiera cómoda, dado que cada hombre que se pasaba frente a mi posaba su mirada de forma… y Pablo le incitaba diciendo groserías.

En las reuniones con los diferentes jefes, Pablo alardeaba de mi sin vergüenza, haciéndome sentir su propiedad.

No sé cuántos puros y cigarrillos le encendí ese día, y menos aún la cantidad de cafés he servido a lo largo del día. Además de infinidad de notas y memos de reuniones que tuve que escribir en la tablet y en mi cuaderno a mano alzada mientras caminábamos bajo el sol y la lluvia de obscenidades que llovían sobre mí desde las alturas. Mientras Pablo me incitaba a arreglar mi maquillaje y el labial.

Al finalizar el día, y ya fuera de la obra en un semáforo, Pablo toma mi barbilla, y deposita un beso cálido y delicioso sobre mis labios, sin soltar mi rostro.

Has estado genial María, quiero que pronto seas parte de nuestros bienes de uso, así no tener que contenerme más, si Carlos no te reduce el periodo de evaluación renunció, comenta riéndose.

Ya en la ruta pedí permiso para esta vez fumar un cigarrillo mientras él me contaba de su vida, y cómo conoció a Carlos. Se auto define como machista de la vieja escuela, le gusta dominar, educar y someter a la mujer hasta dejarla ...