Nueva vida en el viejo Mundo - 1era Quincena - Relatos Eróticos

Nueva vida en el viejo Mundo - 1era Quincena

... tienes la excusa de un llamado o siquiera, que tu jefe te detiene cómo las veces anteriores!

Por la tarde su jefe ni apareció, ni siquiera le ha avisado que finalizó la última reunión no vino y la terraza del bar de enfrente a la Castellana está reservada, por ello, Sonia decreto, sin dar opción a ninguna, que

“Hoy viernes xx/xx/2024, las chicas de la Ofi, realizaremos nuestro 1er after de chicas, en el lugar más top de Madrid” y que se repetiría quincenalmente in eternum”.

Abriéndose la puerta de madera y sale sonriente de la Presidencia María Sol en el salón, donde Claudia y Yolanda se encuentran aún juntando sus cosas para salir también.

Vamos chicas es hora de irnos dice María, quien se destaca del resto, por su vestimenta y clase al andar, luciendo orgullosa no solo su nuevo abrigo de piel de zorro, sino también su nuevo conjunto compuesto por, pendientes, collar de dos vueltas, brazalete, y anillo, todos de perlas negras, que su jefe le ha regalado esta misma mañana, y previo de la primera regañada a las 9.25 am. por faltas que él solo detecta, realizada por María Sol.

María al pasar frente a los puestos de trabajo de sus nuevas amigas, deja la estela de su perfume, destacando más aún su estilo. Al llegar a la recepción, se encuentra con Sonia, ya bien alistada para salir, y a una Silvia, que con signos de apuro y nervios, intenta cerrar todo el mobiliario, poner en modo auto respuesta la central telefónica, y recoger sus cosas, culpa de los llamados ...

... recibidos en los últimos momentos.

María con su andar sale de la oficina, sintiéndose feliz, halagada por sus amigas, y orgullosa por su puesto de trabajo.

Apreta el Boton del ascensor, Diciendo “Vamos Vamos chicas que ya llega el ascensor”.

Se nota en Maria la necesidad de festejar por primera vez con sus nuevas amigas, y relajarse de tanto protocolo masculino que la ahoga y agobia por momentos. Desde hace 15 días, la presión y el estrés más el protocolo estricto impuesto por sus jefes, hacen que necesite un momento de diversión y relax.

Cuando las cinco mujeres entran al ascensor y sus puertas se cierran, un silencioso piso queda vacío que contrasta con los últimos minutos, donde la algarabía, carcajadas, taconeos y comentarios a viva voz, propios de los grupos de mujeres previos a la salidas en plan de diversión.

Ya fuera, con un frío que helaba, Sonia coge del brazo a María, y alaba su nuevo abrigo de piel de zorro, diciendo “Oye has visto qué buen gusto y detalle ha tenido tu jefe”, más quisiera tener uno asi yo, riendo, a que me lo prestaras uno de estos días..

¡Claro Mujer por supuesto!, cuando gustes, si es que vivimos juntas.

Silvia, Claudia, y Yolanda llevaban la delantera cruzando antes que ellas dos el primer tramo del ancho Paseo de la Castellana, pero en este caso no por su juventud, sino debido a sus calzados, dado que ellas no tienen obligación de llevar altos tacones, ni usar faldas lápiz, como las que Sonia y María a llevan en estos ...