Nueva vida en el viejo Mundo - 1era Quincena - Relatos Eróticos

Nueva vida en el viejo Mundo - 1era Quincena

... mis últimos 15 días pasan frente a mis ojos de forma invisible para la Sra Conchita y para Carlos, uno a uno van haciéndome recordar tomar conciencia de lo vivido cuando..

Lo primero que se puede ver en las imágenes es.. el almuerzo al que acompañe a mi Jefe, a puertas cerradas con el Sr José, y su equipo.

Mientras íbamos en el auto de mi jefe, no paró un segundo de informarme acerca de la importancia de este almuerzo, y sobre todo de ordenarme estar muy atenta, pendiente de todos los detalles del almuerzo, no hablar ni interrumpir la conversación de los hombres, y sobre todo ser cordial y cortés con El Sr José.

A diferencia de nuestro almuerzo anterior en ese mismo lugar, en este almuerzo yo sería la única persona que entrara y saliera de la sala, siendo quien tomaba todos los encargos de las bebidas y comida. que luego solicitaría al camarero fuera de la sala, e incluso al avisarme con el timbre, salir nuevamente a recibir los pedidos y luego servir las bebidas, las comidas, rellenar copas, retirar platos, servir los postres y retirarlos, y las sobremesas.

Que puedo decir mas que, termine agotadisima de tanto ir y venir y de atenderles con las bebidas y habanos, pero no solo fue eso solamente, dado que tuve que prender los habanos, limpiar ceniceros, etc. mientras ellos de mí como si no estuviera ,y en alguna ocasión fui acariciada por Don José.

Luego de despedirse el Sr José y su equipo de mis jefes, me indicaron que debía acompañar a los Sres hasta la ...

... puerta del restaurant y esperar que el valet parking trajera cada uno de sus automóviles.

Don José como me indico que lo llamará, no escatimo halagos y oportunidades para tocar mi cuerpo con disimulo, dándome su tarjeta personal, y al besar mi mano antes de despedirse, dejar en ella unos billetes (euros) de alta denominación como agradecimiento a mis atenciones.

Ni bien se desvanece esta imagen, llega la siguiente imagen, en la cual debo acompañar a mi Jefe a un evento en IFEMA muy importante a las 19 hs, para ello pidió a Sonia, que me acompañe a buscar un vestuario adecuado para un cocktail en nuestro horario de almuerzo.

Habíamos quedado que él me pasaria a buscar por la puerta de la oficina a 18hs, y como siempre pasa por más que una quiera llegar temprano, el teléfono sonó, debía no haberle atendido y derivado directamente la llamada a Silvia, pero era una persona importante del gobierno, y no podía cortarle.

Todo esto me obligó a tener que juntar mis cosas más toda la papelería que debía llevar al IFEMA para mi Jefe a las apuradas, salir corriendo de mi oficina hasta tomar el ascensor casi sin saludar a Silvia.

Para colmo de males el bendito ascensor no llegaba y cuando lo hizo estaba a tope, por lo que tampoco pude colocarme el abrigo.

Apenas abrir las puertas en la planta baja, veo el auto de mi jefe aparcado fuera, por lo que nuevamente a correr pasando casi volando por los controles de salida. Ni bien saldo del edificio no solo hacía frío sino también ...