1. No soy maricón, todo lo hice y sigo haciendo es por el dinero que me gano, con el sudor de mis nalgas.


    Fecha: 10/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Sexo en Grupo Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... mesas del bar.
    
    Él sacó otro billete y me lo metió en el escote de mi pecho, al tiempo que yo me daba otro trago, y él me dijo, agárralo, piensa que me estas saludando y agarrando mi mano.
    
    Yo siguiéndole la corriente, agarré su gruesa y caliente verga, y comencé a manipularla lentamente tal y como si estuviera masturbándolo.
    
    Al poco rato uno de sus compañeros le dijo, refiriéndose a mí. “Tiene una boquita de puta, como mandada hacer para ponerla a mamar”
    
    Al escuchar esas palabras, pensé, lo mejor que puedes hacer es marcharte, pero en el instante, en que yo terminaba de pensar en retirarme, mi cliente colocó su mano sobre mi nuca, y haciéndome poner de pie primero, y luego obligarme a que me agachase frente a él, me encontré con su verga frente a mi boca.
    
    Y en ese instante me dijo, “Dame una pequeña mamada, que luego te lo agradeceré”.
    
    No sé si fue lo que me dijo, o como me lo dijo, ya que me pareció que de no obedecerle yo no la iba a pasar muy bien, además como dicen el cliente siempre tiene la razón, y como si fuera poco, recordé que él iba armado.
    
    Por lo que, cerrando mis ojos, abrí mi boca, saqué mi lengua, lenta y suavemente comencé a pasarla por toda su verga, hasta que me dediqué a lamer con calma su colorado glande.
    
    De estar pasándole la lengua, me obligo en cierta forma o manera a que realmente me pusiera a mamar toda su verga.
    
    Por lo que me la estuve tragando casi por completo, sintiendo que me llegaba, hasta lo más profundo de mi ...
    ... garganta, sentí sus manos sobre mi cabeza, como me agarraba con firmeza, y me estuvo obligando a cabecear, por un buen rato.
    
    Hasta que retirando mi cara de entre sus piernas me dijo, que me bajase los pantis, que él y sus amigos deseaban verme las nalgas.
    
    Aunque muerto de vergüenza, así lo hice obedeciendo completamente sus órdenes, y pensando que en cualquier momento me iba a comer el culo, sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo.
    
    Yo sabía que de nada servía, que le dijera que yo no hacía eso, ya que como fuera de seguro, iban hacerme lo que les diera la gana, entre todos ellos.
    
    El tipo que me sentó en sus rodillas, y luego me hizo que lo masturbara, para después ordenarme que le mamase su verga.
    
    Sin dejar de agarrar mi desnudo culo, me dijo que separase las piernas, y apenas lo hice, sentí como sus dedos, llenos de saliva se incrustaron entre mis nalgas.
    
    Al principio fue solo un dedo, pero luego al poco rato, mientras que él se daba un buen trago a pico de botella, fue introduciéndome otros de sus dedos, hasta el punto de que ya casi tenía metida toda su mano entre mis nalgas.
    
    Yo no podía creer que eso realmente me estuviera pasando, y menos frente al resto de sus acompañantes.
    
    En mi desespero lo único que se me ocurrió fue darme otro trago, mientras que él mantenía sus dedos dentro de mi culo, me dijo, “A ver nena, prepara ese fundillo, para que recibas a tu macho”.
    
    En esos momentos sacó sus dedos de mi culo, y sin más ni más, frente a sus compañeros, ...