Mi primo
Fecha: 18/07/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: paqui, Fuente: RelatosEróticos
Hola a tod@s
Este relato es la continuación al de MIS COMIENZOS y en él os contaré como fui “abducida” prácticamente por mi primo.
En mi anterior relato os describí mi iniciación a lo relacionado con el sexo a una edad temprana y lo que os voy a contar sucedió ese mismo verano.
Como recordaréis yo vivía en un cortijo que estaba formado por una especie de aldea y en verano, un primo se venía en cuanto le daban las vacaciones en la Universidad, tenía por aquel entonces unos 23 años, y viviendo en un piso de estudiantes en Granada desde los 18, podéis imaginar lo “espabilado” que estaba en todo.
Pues bien, parece que aquel verano, su objetivo era yo, no se bien si es que apreció los cambios que se estaban produciendo en mi cuerpo o que estando acostumbrado a tener sexo a todas horas, pensó que en mi tendría lo que quería.
El tema es que yo notaba como me miraba de forma diferente a otros años, siempre estaba pendiente de mí, y no perdía oportunidad de mirar mi canalillo o mis formas, al principio con disimulo y después ya todo descarado.
Me decía que me había convertido en toda una potra y que, como tal, tendría que domarme para que me pudieran montar.
Yo no les hacía cuentas a esos comentarios, pero si fui notando que cuando estábamos más o menos a solas, se tocaba disimuladamente entre las piernas y se podía apreciar que aquello le crecía, haciéndome recordar lo que había ocurrido durante el curso en el autobús.
Así que mi interés por mi primo cambió ...
... y empecé a verlo de otra manera y más cuando me hacía comparaciones con los animales cuando me acompañaba a echarles de comer.
Un día que una de las yeguas estaba en celo, y el caballo no hacía más que relinchar e intentar olisquearla a pesar de estar separados por una valla, mi primo aprovechó y se me puso detrás pegándome su bulto y diciéndome que yo lo ponía como esa yegua al caballo, a lo que yo le dije que no dijera tonterías (yo recordando lo del bus, pero él no sabía nada de lo que había ocurrido) y como estábamos fuera, la cosa se quedó ahí, porque vino gente ya que nos encontrábamos al lado de la fuente.
Esa noche, volví a mi autosatisfacción en la soledad de mi cama. Me venían todo tipo de imágenes a mi cabeza, el chico del bus, los caballos, mi primo…ya no tenía suficiente con tocarme con mis dedos, ni acariciarme el pecho, es como si necesitase algo más, tan excitada estaba que no se me ocurrió otra cosa que ir a la cocina a por un pepino de los que utilizaba mi madre para hacer gazpacho. Todo el mundo dormía o eso es lo que yo pensaba, porque al pasar por la habitación de mi primo oí un leve gemido y al estar la puerta entreabierta, me asomé con curiosidad ya que él no podía verme a mi por la oscuridad que había. Lo que ví me dejó helada, mi primo se estaba masturbando mientras decía mi nombre, con una braguita y un sujetador mío, los olía, se los liaba en la polla y pude apreciar que era mucho más grande que la del chico del bus. Me quedé paralizada sin ...