Miguelito de 6 prueba por primera vez una verga pt 2
Fecha: 27/07/2024,
Categorías:
Gays
Incesto
Autor: Maximiliano20, Fuente: SexoSinTabues30
... En la habitación, resonaba un sonido exquisito como resultado de esa acción tan provocadora.
La escena parecía hablar por sí misma. Max, en su sacudida y susurro natural, me dijo en voz bajita:
«Lo estás haciendo maravillosamente, no imaginé lo exquisito que se sentiría, y tú, tan encantador como pareces. ¿Tienes muchas ganas de ordeñar esta vaca lechera, ¿verdad?»
Respondí con un sí afirmativo, acompañado de una mirada audaz y llena de deseo, sumergiéndome completamente en la sensualidad de la situación.
En ese preciso momento, la atmósfera cargada de deseo se vio interrumpida bruscamente por un toque en la puerta, desconcentrándonos por completo. Max se apartó rápidamente con los testículos empapados de mi saliva, dejando caer varias gotas al suelo. Silenciosamente, se escondió en el armario y me hizo una señal para que guardara silencio. Comprendí que era mejor no decir nada, así que me sequé la boca y con calma fui a abrir la puerta. Al abrir la puerta, me encontré con mi hermana Marisa, quien venía a entregarme mis galletas y leche. Al entrar, preguntó con curiosidad:
«¿Está todo bien? ¿Te estás portando bien?»
Sus palabras resonaron en la habitación, recordándome la realidad que se escondía tras la interrupción inesperada. Ella notó el peculiar olor y comentó:
«Abre la ventana, aquí huele extraño».
Una vez que la abrió, observé cómo las suelas de sus zapatos se manchaban con la saliva que previamente había caído de los genitales de Max. La ...
... situación se volvía cada vez más intrigante y peligrosa.
Ella me preguntó:
«Por cierto, ¿has visto al chico que te presenté hace un rato en la sala?»
Mostré confusión y le respondí que no lo había visto. Ella continuó, describiéndolo como «el chico güerito, alto, castaño claro, casi rubio, y con barba, bastante fuerte.
“¿De verdad no lo has visto?» Su tono denotaba cierta molestia ante lo que parecía ser mi incompetencia para recordar a la persona que había presentado.
«Déjalo así, no importa. Eres solo un niño, no sé por qué pensé que eras más inteligente de lo que aparentabas.» Su comentario llevaba consigo un toque de resignación y quizás cierta decepción, como si hubiera esperado algo diferente de mí.
Cerró la puerta y, antes de hacerlo, me dijo:
«No quiero que salgas por ningún motivo. Ya te di tu cena, así que vete a dormir. Mis amigos se quedarán un rato más. Si necesitas ir al baño, simplemente ve. Y si te sientes mal, llámame al celular.»
Con esas indicaciones, me dejó solo en la habitación, envuelto en una mezcla de curiosidad, incomodidad y de extrañez. Resulta que le había mentido, y desde el armario se escuchó el sonido de este abriéndose. Aquel chico apuesto y bien descrito por mi hermana salió con una mirada de sorpresa, posiblemente temiendo ser descubierto. Se acercó a la puerta y la cerró con seguro, acompañando la acción con una sonrisa lujuriosa. La escena se volvía cada vez más excitante, Max se acerco a mí y me dijo:
«Casi nos ...