1. Historia 3: De seductora a seducida en un chat


    Fecha: 28/07/2024, Categorías: Confesiones Autor: Seduccion, Fuente: TodoRelatos

    Pienso que, a partir del tercer año de universidad, me involucré mucho más con mi sexualidad y me dejé llevar por ciertas ideas. Yo siempre he sido una mujer discreta, bastante cauta con lo que digo frente a amigos y familiares, sin embargo, me gusta escuchar ideas, experiencias, sugerencias y lo que las personas deseen opinar. Casualmente en esa época había terminado con mi enamorado, mis amigas me notaron algo desanimada y triste, como era lo normal. Agradezco mucho tenerlas siempre cerca de mi y empezaron a soltar ideas de cómo debía olvidarlo. Ya se imaginarán que entre las tantas ideas que colocaban sobre la mesa, muchas se relacionaban a "un clavo saca a otro clavo" y que debía lo más pronto acostarme con otro chico. (Cosa que la verdad no quería en ese momento), y aunque particlarmente se que soy atractiva (mi descripcion la pueden leer en mis historias anteriores), en ese momento no me sentía agradable para nadie, necesitaba mi momento a solas, pero dentro de mi había una cierta curiosidad por todo lo que las estaba escuchando. Hubo una en particular que llamó mucho mi atención. Necesitaba volver a sentirme deseada, que podía seducir y sentirme nuevamente provocativa.
    
    Aquella tarde empezaba a nublarse, aunque no soplaba tanto viento, el clima de ese domingo invitaba a usar ropa abrigada, todo lo contrario me vestí particularmente ligera de ropa, quería sentirme sexy, estaba sola en casa y me dirigí a la sala. Una extraña calma recorrió mi cuerpo. Un reloj viejo, ...
    ... ubicado en una pared, que aún servía, marcaba las 4:00pm. Algo me tentaba a hacer algo indebido, la curiosidad del momento, lo que había escuchado hablar a mis amigas, el silencio exterior y una vocecita que me dijo “hazlo”.
    
    Encendí mi laptop, la puse en la mesa del comedor, me senté e ingresé a una página de chat para adultos. Qué nombre de usuario podría escribir?, no le di muchas vueltas e ingresé como "Afrodita" (qué les puedo decir, quería llamar la atención, fui muy osada, no se si elegí bien el nombre, pero ya estuvo), una vez adentro me sentí libre, desahogada, capaz de todo. Era cuestión de intentarlo. En la ventana principal interactuaban demasiados usuarios, era casi incomprensible lo que trataban de decir, parecía un mercado, se reían, se dirigían palabras groseras casi sin respeto, una y otra vez repetían el mensaje y hasta cierta forma era muy decepcionante. Estuve a punto de cerrar la página cuando de repente un extraño sonido me advertía que había recibido un mensaje. Y como dicen "La curiosidad mató al gato, bueno a la gata en mi caso". Mi mente deseaba que aquel mensaje sea de algún chico apuesto, atractivo, lindo, y a pesar de que entendía los riesgos, las mentiras que se escriben y otras cuestiones, yo quería conocerlo.
    
    Imaginen entrar a una fiesta en una discoteca, tantos hombres y mujeres socializando entre sí, bailando, besándose o tomando una copa. De repente tu mirada se fija en un chico, aquel hombre ideal sacado de cuento de hadas, tal como ...
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