Historia 3: De seductora a seducida en un chat
Fecha: 28/07/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: Seduccion, Fuente: TodoRelatos
... siempre lo has pensado. Hermoso, encantador, elegante, toda su combinación es naturalmente atractivo, su cabello, sus ojos, su color de piel, con una mirada y sonrisa que enamoran. No hay tiempo que perder, estás convencida que él es para ti, así que lo sonríes y él se acerca a ti, los nervios aumentan y con todo el ruido de ese momento, él se presenta, te ruborizas, mientras él extiende su mano y te invita a bailar. Te mira, sientes su respiración, son segundos de suspenso hasta que tu le devuelves la sonrisa, le das tu mano y terminas con un “si, me encantaría”. Es exactamente cómo se sintió ese momento, el momento que aquel completo desconocido me escribió un "Encantado de conocerte" y yo respondí con un “Hola”.
La magia de ese encuentro nos envolvía a un par de extraños que sintieron una conexión única y dejaron el mundo a un costado para concentrarse única y exclusivamente en la otra persona. ¿Qué pensará de mi?, ¿Una casualidad?, ¿Qué tenía yo?, esas preguntas las dejaría para más tarde ya que en ese instante lo único que tenía en mi cabeza era aquel desconocido. La situación se volvía más intensa, más erótica, más atrevida. La parte racional de mi entendía que eran palabras que se enviaban frente al monitor, afortunadamente, mi mente ya estaba junto a él y lo que sentía era real. Dos personas frente a frente que se miran provocativamente, dejándose llevar por besos apasionados, el calor de nuestros cuerpos aumentaba con el roce de nuestras manos en el cuerpo del ...
... otro. Mi lengua jugaba con la suya mientras él se aprovechaba para levantar y aflojar mi blusa blanca de botones. Sus besos sobre mi cuello y sobre mis hombros provocaba que me sintiera tan sensual. Yo pegada de espaldas a él, incitándome a que afloren mis instintos sexuales, yo deseaba que el juego continúe, lo coqueteaba, respondía sus indirectas, dentro de mi estaba segura que era yo quien lo estaba seduciendo, en definitiva, quería que fuese mío. Su mano deslizándose debajo de mi minifalda negra y ajustada, (yo podía sentir lo húmeda de mi tanguita), provocando mis primeros gemidos. Podía sentir cómo sus dedos se movían justo ahí, justo en mi sexo, deseando entrar y provocar el más exquisito placer. Al mismo tiempo con mi otra mano dejaba caer mi blusa al piso y así él empezaba a masajear mis pechos por encima de mi "bra". Me sentía excitada, y asumía que él me deseaba de la misma forma que yo a él, yo me había convertido en su Afrodita, en pleno significado, literalmente en la Diosa de su amor. Apartando momentáneamente mi tanguita, mis dedos me proporcionaban ese placer provocado por las letras de aquel chat. Me oía gemir cada vez con más fuerza. Podía sentir como sus manos se divertían con mis pezones que ya estaban duritos. Sus besos me seducían, los sentía recorrerme desde mis orejas hasta mis hombros repitiendo esta escena algunos minutos más. Yo imaginaba que él también estaba excitado, duro y botando jugos en la cabeza de su pene, y eso me calentaba aún más, deseaba ...