Sexos revueltos
Fecha: 31/07/2024,
Categorías:
Intercambios
Autor: Cuenta Relatos, Fuente: TodoRelatos
Hace tiempo tenía planeado ir con una ginecóloga que me recomendó mi mejor amiga Claudia, por lo que ella había quedado de acompañarme. El día que me tocaba cita, ella no llegó por mí, así que me fui sola, de regreso fui a buscar a Claudia con la esperanza de que me contara la razón de que ni siquiera me hubiera avisado qué pasó. Cuando llegué me encontré que la puerta de su departamento estaba abierta, así que entré y escuché voces hablando; éstas venían de la recámara, reconocí la voz de su esposo y la otra era de una mujer...
-...No manches ya me tienes muy abandonada, y estoy muy enojada porque “Doña Panocha” tiene necesidades y tú eres el único que le sacia el hambre de hombre –oí que decía y por fin pude identificar la voz, era la de Daniela, hermana de Claudia.
-Sí mami, pero no he tenido tiempo... tú sabes el trabajo –le contestó Franco.
A estas alturas ya había abierto yo la puerta levemente y los vi conversar uno frente al otro, pero también vi la mano de Franco tocando descaradamente el culo de su cuñada, mientras seguían hablando.
-Sí, papi, pero me muero de ganas de que me folles... –suplicaba ella y volteándose le pegó sus enormes y duras nalgas en su cosa
-¡Dámela ahorita que no está Claudia, anda, métemela! –le decía mientras le empujaba su trasero y se lo tallaba en círculos.
La verdad no me había esperado encontrar con esa escena y aunque estaban hablando horrible de mi mejor amiga, me comencé a excitar, a lo mejor se debía a mis hormonas ...
... ya que ese día según mis cálculos estaba ovulando...
-¡Ay, mamita, ya te saliste con la tuya, mira cómo me la pusiste ya! –contestó Franco y dio varias sacudidas de su pelvis chocando contra las nalgas de Daniela, mientras la seguía abrazando y le tocaba lascivamente las tetas por encima del vestido.
Esto despertó aún más el deseo de Daniela, quien arqueándose y levantando sus brazos, dejó sus tetas a disposición del deseoso cuñado. Entonces él empezó a desabotonar su vestido poco a poco, con toda la lujuria que podía. Una vez desnuda, ella tomó la mano de Franco y lo llevó a la cama, también lo
desnudó, con igual lascivia... Y yo, viendo tan cachonda escena, como autómata, me quité el ligero vestido que me había puesto ese día y quedando casi desnuda, seguí observando atentamente el asunto, mientras empezaba a tocarme mis pezones, que estaban duros por la excitación.
Tras un breve manoseo y besuqueo, él la puso en posición de perrito, ella levantó su trasero ofreciéndoselo al hombre que, sin pensarlo dos veces procedió a pasar la lengua por las nalgas, el culo y la vagina de su cuñada, que movía su trasero como si la estuvieran penetrando, mientras daba gemidos ahogados de placer...
-¡Mmmmhhh... síii...házmelo cuñadito, chúpame toda... soy tuya! -decía ella, mientras él sacaba su lengua y la pasaba por todas las partes del culo de ella.
Enseguida él tomándola de la cintura la volteó y la acostó de espaldas, abriendo sus piernas de una forma que parecía que ...