1. Mis pequeñas modelos (parte 2): Camila (8 años), Fiorela (7) y Matilde (6)


    Fecha: 02/08/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: jmm15m, Fuente: SexoSinTabues30

    ... Automáticamente empecé a salivar cual hambriento, mientras me puse bien colorado de la verguenza. En eso, Cami se da cuenta que se le había bajado un poco el corpiño, ante lo cual dice «¡ups!» y se lo levanta. Me mira y se ríe. Yo no sabía qué hacer ni qué decirle. Justo llegan Valeria y Patricia para preguntarle a Camila si se encontraba bien. Al parecer no llegaron a ver el pequeño percance de la tetita.
    
    Había quedado totalmente hipnotizado. Era como si esa tetita hubiese desprendido un hechizo sobre mí… Hechizo que hizo que mi libido comenzara elevarse. Esa tetita tan pequeña y rosadita no se me iba de la cabeza. Mi boca salivaba tal como si hubiese visto un postre. Es que efectivamente esa tetita se veía riquísima!
    
    Empezamos con la segunda parte de la sesión de fotos. Nuevamente Cami se destacaba con sus poses, su energía, su ímpetu y sus gestos. Cada vez que era yo quien la enfocaba con la cámara (y no mis compañeras), le echaba más ganas y parecía que sonriera especialmente para mí. Ver cómo se movía esa cintura y esos cachetitos blancos de su culito me hacía hervir la sangre! Las otras niñas también lo hacían muy bien, pero mis ojos estaban para Camila.
    
    Al finalizar, Cami se me acerca contenta.
    
    Camila: ¡¿Y?! ¿Cómo estuve, Enrique? ¿Me gané los dulces?
    
    Yo: – ¡Claro que sí, Cami! Pero no te los puedo dar ahora aquí. ¿Qué te parece si me ayudas a guardar las cosas del set en la habitación del fondo? Ahora iré a decirles a Vale y a Lucía que me encargaré de ...
    ... desarmar todo el set. Tú acércate y diles que me quieres ayudar. Luego allí te daré tus dulces.
    
    Camila: – ¡Oki! – me responde feliz. Estaba ansiosa por recibir su premio.
    
    En eso, cuando veo que Lucía y Valeria comienzan a desmontar el set…
    
    Yo: – ¡Chicas, no se molesten! Déjenme todo a mí. Ya han trabajado demasiado.
    
    Valeria: ¡Ah, gracias, Enrique!
    
    Camila se acerca rápidamente con sus brinquitos.
    
    Camila: – ¡Yo también! ¡Quiero ayudar!
    
    Yo: – ¡Oh, vaya, Camila! ¡Muchas gracias!
    
    Lucía: – Jajaja, ok… ¡Entonces se encargarán ustedes dos!
    
    Mientras las otras niñas jugaban con Valeria y Lucía, Cami y yo entrábamos y salíamos de la habitación, llevando todas las cosas del set. Mientras entrábamos y salíamos, yo intentaba entablar conversación con Cami dentro de la habitación del fondo.
    
    Yo: – Toma, Cami. Aquí tienes tus dulces y caramelos. Elige los que más te gusten.
    
    Camila: – ¡Wiii, siii! A ver… ¡Quiero este, este, y este!
    
    Yo: – Ok, guárdalos, pero no los muestres a nadie… Ni a tu mamá. Sino las otras niñas y los demás se pondrán celosos de que tienes caramelos.
    
    Camila asiente con su cabeza, sonriendo. Continuamos guardando cosas. En un momento, tomé coraje y decidí avanzar con mi plan.
    
    Yo: – Oye, Cami… !Vaya tropezón te diste hoy!
    
    Cami se ríe.
    
    Camila: – ¡Jajajaja, siii! Pero por suerte estabas tú para ayudarme.
    
    Yo: Si, jaja. Encima se te levantó el corpiñito…
    
    Camila: – ¡Ayy, siii, jajajaja! Me dio un poco de verguenza.
    
    Yo: Si, ...
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