Humillado por mi amigo - Relatos Eróticos

Humillado por mi amigo

Con Nestor, mi amigo, desde que nos conocimos eramos inseparables.

Como todos, cada uno tiene su perfil, sus formas, pero cuando eres amigo, no hay secretos ni rollos. Eso lo sabe cualquiera. En nuestro caso era igual. Él es de competir, muy lanzado a querer ganarlas todas.

Luego de muchos años, no quedaba lugar a dudas que cada cosa se sabe, y con el tiempo se recojen los frutos. Habíamos pasado por situaciones difíciles, cada uno llevándola como puede, pero siempre adelante.

Parecía que nos conocíamos desde siempre y manteníamos nuestra confianza en los temas más candentes, incluso dinero.

A mi novia la había conocido a través suyo. Era parte de su grupo de amigos. Yo me incorporé y ella me encandiló. Teníamos mucho en común, compartíamos gustos y actividades, por lo que naturalmente se fue dando la relación. Era común encontrar a Nestor en la casa de Paola desde antes que fuera mi novia, sus familias eran muy estrechas, por lo que eso continuaba sin ningún problema. Nunca me pasó celar por ello, eran como familia.

Luego de estar de novios con Paola, nada había cambiado con mi amigo. Así que frecuentemente nos encontrábamos para pasarla bien, eventos, cenas, y todo tipo de actividades que se pudieran compartir. Incluso hemos viajado juntos al mar, la montaña, a algunas ciudades.

Una de esas tantas noches, de calor y buena cena, nos divertíamos contando anécdotas de años pasados. Muchas tenían el sentido de la ridiculez, por lo que era de lo más gracioso. ...

... Paola contó la vez que se le enganchó la falda en el auto, al bajar. Ha quedado en culo delante de un matrimonio mayor, donde el marido intentaba mirar por demás. Ella con sus ademanes de deseperación nos hacía reír a pleno.

La novia de Nestor ha contado de como atrajo las miradas de toda una piscina en vacaciones, cuando de un salto se sentó en el borde y su bañador le quedó en la cintura. "Menuda vista le echaba a esas tetazas" dije yo, en medio de la maroma de alcohol. Todos reíamos, pero noté que a Nestor le incomodó, o algo le había sucedido.

En mi caso, conté la vez que me han hecho una broma. En un juego, la tarea era correr con un recipiente lleno de agua por sobre la cabeza y llenar un tanque, estaba llegando y de atrás, uno de los amigos bromistas, me baja el short hasta los tobillos. Quedé en pelotas delante de todos los que estaban, incluidas las mujeres, por lo que me gané apodos que ya hoy no recuerdo.

La noche estaba deliciosa, solo una brisa y muy buena temperatura. Las anécdotas iban y venían, con mucha gracias. Las mujeres se fueron a la sala del lugar, mientras que con Nestor continuábamos charlando.

En un momento, mi amigo se puso como denso, preguntaba si me daban morbo algunas situaciones. Yo trataba de esquivar el tema. Pero seguía con lo mismo.

"Si es por el comentario a Ale (que es su novia) no te cabronees, me pareció una gracia" le dije.

"No" me dijo él y siguió "¿Que pasaría si es sobre Paola?"

Quedé mudo, no entendía a que se ...