1. Una preciosidad de hijita 7


    Fecha: 15/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Pata negra, Fuente: SexoSinTabues30

    ... ella.
    
    Al parecer no había nadie en casa, y estaba casi segura de que todo lo habían planeado muy bien entre las dos. Así que de inmediato nos metimos en un cuartito chiquito donde sólo había una camita individual con sábanas de tela corriente y una mesita de madera donde la amiga ponía su ropa. Mi tía me presentó con ella y la chica me acarició la cabeza en señal de saludo, mientras me decía:
    
    -¿Hola…tú debes ser Elsita…y eres bien bonita…como estás, pequeña?
    
    -Muy bien…
    
    -Qué bueno…espero que te la pases bien aquí….
    
    Las dos se sentaron sobre la cama y tía Rebe me dijo que primero harían la tarea de la escuela y después nos pondríamos a jugar un ratito juntas. Así que guiñándome un ojo me comentó:
    
    -Si quieres, Elsie, sal a jugar un ratito para que no te aburras y yo te llamo cuando terminemos la tarea….
    
    -Si, tía…daré un paseo por allí…
    
    -Está bien, linda…pero no te alejes mucho, eh?
    
    -Si –le respondí-
    
    Me salí del cuartillo y me puse a husmear por la casita hasta dar con la puerta trasera. La abrí y me hallé de pronto en un patio de tierra que no tenía división, y que por lo mismo podían verse los terrenos traseros de las viviendas aledañas. Busqué un lugar donde sentarme y me puse a observar los árboles y el cielo. El sol brillaba aún y hacía algo de calor, pues eran como las cuatro de la tarde. Distraída como estaba permanecí en esa forma hasta que algo llamó mi atención en uno de los patios adjuntos. Voltée y miré a un hombre que estaba como ...
    ... escondido tras un árbol, moviendo sus manos. Aquello no hubiera sido para mí motivo de atención de no ver que el hombre mantenía sus pantalones a la altura de las rodillas y sus manos no dejaban de moverse.
    
    De momento pensé que quizás estaría orinando, pero cuando fijé mi vista con mayor atención descubrí que en realidad tenía su pene en las manos y lo estaba como masajeando. La visión, como es natural, despertó mi innato instinto de curiosidad y me dispuse a observar lo que estaba haciendo. Me pareció, sin embargo, que al darse cuenta de que yo lo estaba mirando, aquel hombre se colocó de tal manera que quedó de lado, tal vez con la finalidad de que yo pudiera ver desde donde me encontraba sentadita todo lo que hacía. Y así fue en realidad.
    
    Claramente ví que tenía su pito muy parado y que se lo jalaba con fuerza de arriba hacia abajo mientras sus piernas estaban medio dobladas. Sin perder detalle de nada ni siquiera desvié mi mirada de él, lo cual al parecer debió agradarle, pues caminando hacia el lindero del terreno sin soltarse para nada la verga, me ofreció un completo y claro panorama de su accionar. Yo advertí que el hombre continuaba manipulando su miembro endurecido, pero sin dejar de verme a mí, lo que al parecer le gustaba y sin duda le enardecía.
    
    En vista de que yo no estaba dispuesta a perderme aquella nueva enseñanza, continué viendo todo lo que hacía, hasta que me di cuenta que cerró los ojos y comenzó a gemir muy despacio, al tiempo que de su verga parada ...
«1...345...10»