Una preciosidad de hijita 7
Fecha: 15/08/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Pata negra, Fuente: SexoSinTabues30
... secreta de su amiga por largo rato con la mirada llena de un extraño gozo. Cuando mi tía dio por concluído su acuciosa labor contemplativa, se acercó a la región secreta de Anita y bajando su cara hasta el centro de su hendidura se dio a lamer sin ningún miramiento aquel sabroso manjar, al tiempo que yo observaba la genial caricia tocándome ya la parte interior de mis muslos. Pronto Anita comenzó a lanzar una serie de gemidos que comprobaban la eficacia de las tremendas y violentas chupeteadas de la otra, hasta que no tuvo más remedio que decirle con grititos ansiosos:
-Yaaa….Rebeca…me voy a venir….me voy a venir en tu bocaaaaa…
-Si….échame tu lechita…échamela toda…putita….anda…
Anita se estiró con fuerza repegándose a la cara de mi tía, quien metía y sacaba su lengua de la oscura gruta viscosa, en tanto aquella comenzaba a gritar y gritar presa de los espamos más brutales. Yo no sabía qué hacer, y al recordar lo que mi tía me había hecho antes, levanté mi vista para observar las axilas de su amiga, quien con los brazos levantados exhibía unos sobacos completamente depilados, pero no por eso menos hermosos debido a la oscuridad de su piel. Alentada por la visión que la parte baja de sus brazos me ofrecía, acerqué mi rostro hacia ellos, apreciando por primera vez que las axilas de una mujer morena son mucho más atrayentes a la vista que las de piel blanca, pues muestran ciertos dobleces en esa parte escondida que parecen como sutiles caminillos dibujados con ...
... amaestrado pincel. Mientras Anita se desbordaba en sus furiosos orgasmos, hundí mi nariz en aquella zona tan deliciosa oliendo el aroma tan especial de sus sobacos. Me di a lamer después la sedosa piel morena pasándole mi lengua por los caminillos ya descritos, yendo luego hacia el otro sobaco ennegrecido,hasta que me harté de oler esa parte tan especial que ahora descubría. Anita, al terminar de gozar de la venida y aún con la mirada extraviada, le comentó a mi tía:
-Ay Rebeca…qué rico…todo esto es tan genial….
-¿Te gustó, amiguita?
-Ay sí….me encantó…pero sigamos porque no nos queda mucho tiempo….
-Si… –contestó mi tía- Entonces ahora le toca a Elsie ser la doctora, y tú serás la enfermera.
-Si –dije yo con la voz temblorosa-
Rápidamente tía Rebe se recostó en la cama. Yo, imitando la manera en que ellas habían actuado, le dije a mi tía:
-Muy bien…dígame donde le duele….dígame qué es lo que siente…
-Ay no sé, doctora…fíjese que siento algo muy caliente allá abajo…
-Entre sus piernas?
-Si…allí mismo…
-Muy bien…tendremos que revisarla….
Me subí a la cama por enésima ocasión. No cabía duda que aquel jueguito era encantador. Tan encantador y caliente que ya mis bragas volvían a experimentar más humedad de la que ya tenían. Fue cuando le dije a Anita:
-Enfermera…quítele toda la ropa a la paciente…
La amiga de mi tía comenzó a desvestirla con extremo deleite, mientras una sonrisa de placer y satisfacción bordaba sus labios morenos. Cuando la hubo ...