1. Mi Vecino Superdotado [17]


    Fecha: 28/08/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos

    ... alambre no parecía tarea fácil. Silvana tuvo que aguantar los estragos que estaba haciendo esa verga dentro de su concha, y para colmo…
    
    —Se me está saliendo el juguetito, Osvaldo… se me sale. ¿Podrías meterlo?
    
    —Ahora mismo no puedo.
    
    Podría haberlo dejado salir del todo; pero su instinto sexual le decía que si lo volvía a meter, el placer sería máximo. Por eso ella misma retrocedió, provocando que toda la pija de Osvaldo se clavara en su concha. Cuando sus nalgas hicieron tope con el pubis del tipo, el juguete anal se metió para adentro otra vez.
    
    —¡Ay… sí… qué rico, por dios!
    
    —¿Tanto le gusta ese juguetito?
    
    A ella le sorprendió que él entendiera que el placer vino del dildo, y no de su propio pene. Aunque Silvana no lo admitiría, lo que realmente le provocó escalofríos fue sentir toda la verga de Osvaldo dentro suyo.
    
    —Me encanta —le dijo—. Me estoy volviendo adicta a la masturbación anal.
    
    —¿Y por qué no le pide a su novio que la ayude con eso?
    
    —Porque mi novio la tiene muy chica. Yo necesito algo más grande…
    
    —Ah, ya veo. Bueno, esto ya quedó. Ya podés soltar la ducha.
    
    Silvana apartó sus manos y se quedó con la espalda apoyada en el pecho de Osvaldo… toda la pija seguía dentro de ella. Admiró la reparación.
    
    —Veamos qué tal quedó —dijo Osvaldo.
    
    Abrió la ducha y el chorro fue más abundante que la última vez, aunque no era perfecto. Al menos ahora no perdía agua por los lados. Silvana recibió la lluvia en la cara y cerró los ojos. ...
    ... Necesitaba algo refrescante. También necesitaba sacar esa verga de su concha; pero se tomó unos segundos antes de hacerlo. Cuando por fin se apartó, le dijo a Osvaldo:
    
    —Vení a mi pieza, ahí tengo toallas limpias.
    
    Ella caminó incómoda, por culpa del juguete anal. Por suerte hasta su cuarto había solo unos pocos pasos.
    
    Le alcanzó un toallón a Osvaldo y ella usó otro. Mientras se secaba, miró atentamente el pene erecto del portero. «¿Todo eso estuvo dentro de mí? Impresionante». ¿Eso contaba como infidelidad? «Probablemente no —se dijo—. Fue solo un accidente».
    
    —Me dejaste doliendo, Osvaldo. Tenés mucha verga. No estoy acostumbrada a tener algo tan grande metido en la concha. Pero no estoy enojada, sé que no fue tu culpa. Gracias por ayudarme con la ducha. ¿Me podrías hacer un último favor?
    
    —Claro.
    
    Silvana se puso en cuatro sobre su cama y abrió las nalgas.
    
    —¿Me ayudás a sacar el juguetito? Pero hacelo despacio, por favor.
    
    —Sí, cómo no.
    
    Ella sabía que no necesitaba ayuda con eso, pero igual lo hizo, solo por divertirse un poquito más. Osvaldo tomó el juguete anal desde la base y ella ayudó haciendo un poco de fuerza. Él lo fue sacando con mucha delicadeza.
    
    —Mmm… si, así… uf, me gusta cómo lo hacés. Hasta se siente rico.
    
    —Es una pena que tengas que recurrir a estos cosos de plástico cada vez que querés masturbarte. Hay mejores opciones para hacerlo.
    
    —Lo sé, pero de momento esas opciones están fuera de mi alcance.
    
    El juguete salió completo y Silvana ...
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