Mi Vecino Superdotado [17]
Fecha: 28/08/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos
... su flácido pene en la boca y Silvana, por puro instinto, levantó la cabeza, tragando todavía más. Esa víbora siguió reptando por sobre su lengua, pudo sentir cada milímetro de la misma. Después sintió el glande justo en su garganta y allí fue cuando sus labios tocaron en límite. El total de la verga ya estaba dentro de su boca y ella creía que no le entraría ni un milímetro más de carne.
—Entró toda. Aunque no está dura. Si estuviera dura, no podría con todo. Estoy seguro.
Ella también estaba segura. Intentó decirlo, pero él la sujetó por detrás de la cabeza. De pronto comenzó a moverse.
«Ah… carajo —pensó Silvana—. Quiere que le pare la pija».
Osvaldo, obsesionado con la idea de demostrarle a Silvana sus predicciones, la sujetó con ambas manos de la cabeza. Ella intentó zafarse. Fue imposible, como era de esperar.
«No insistas, Silvana. Es obvio que no te va a soltar hasta que tenga la pija bien dura. Es tu culpa, por preguntar pelotudeces».
Para acelerar la tarea, ella contribuyó moviendo su lengua tanto como la verga se lo permitía. De a poco fue sintiendo cómo se iba poniendo rígida, y ganaba cada vez más tamaño. Temió ahogarse con todo eso, pero con los movimientos de Osvaldo cada vez más parte del pene iba quedando fuera de la boca. Cuando estuvo casi completamente rígida, Silvana se dio cuenta de que le estaba practicando una “garganta profunda”. Con su novio no podía hacer eso, la verga de Renzo no daba para tanto. Pero con Osvaldo… tragar todo era ...
... un verdadero desafío.
«¡Por dios, que no acabe! Este tipo me puede sacar los ojos desde adentro de un solo lechazo. ¿Quién sabe hace cuánto que no descarga?»
La chupó y la chupó hasta que él se apiadó de ella. Ya había demostrado su punto.
—¿Ves? No te entra toda si está dura. Ya me parecía.
La soltó y ella comenzó a toser cuando la verga abandonó su boca, la saliva chorreó por todos lados.
—Por dios, Osvaldo. ¡Qué pedazo de verga! Es impresionante. Me quedaría un rato más mirándola; pero ahora me gustaría que la ducha quedara lista. ¿Necesitás que te ayude en algo?
—Sí. ¿Podrías sostener la base de la ducha mientras yo la enderezo?
A Silvana le parecía fascinante cómo este tipo era capaz de olvidar por completo el tema anterior, por más que tuviera la pija dura. Ella se paró frente a él, dándole la espalda otra vez. Quedaron tan juntos que la verga se posó entre sus nalgas.
—Cuidadito con eso, Osvaldo. Acordate que yo tengo un agujero específicamente diseñado para que entre algo como eso… y no quiero ningún accidente.
—No te preocupes. No va a pasar.
Aún así, ella se preocupó. Mientras sostenía la ducha con ambas manos, estaba obligada a dejar su cola bien levantada. Con cada movimiento de Osvaldo la verga le rozaba aún más las partes sensibles. Incluso contribuyó un par de veces a empujar hacia adentro el juguete anal.
«No puedo creer que haya tenido la pija del portero dentro de la boca»
—Acá hay algo obvio, Silvana. Alguien rompió esta ...