1. Mi Vecino Superdotado [17]


    Fecha: 28/08/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos

    ... adelante.
    
    —¿Así?
    
    Silvana levantó la cola y bajó la cabeza, lo hizo de una forma muy sensual, ayudando con sus manos a separar sus nalgas. Sintió una punzada de placer, en parte por culpa del juguete y también por lo peculiar de la situación.
    
    —Sí, así está bien. Mmmm… no veo ninguna marca —Los dedos del portero recorrieron toda la concha, sin ningún tipo de prejuicio.
    
    —Revisá todo lo que tengas que revisar y… uy, si se me sale el juguetito, lo empujás hacia adentro.
    
    Ella sintió cómo el dildo anal se hundía lentamente. Hizo fuerza para sacarlo, y una vez más entró. Mientras Osvaldo revisaba atentamente cada milímetro de su vagina, ella forzaba al juguete a salir un poco y él volvía a meterlo.
    
    Las caricias del portero pasaron por el clítoris, por los labios exteriores, por los interiores e incluso un par de dedos entraron en la concha; Silvana no preguntó por qué hacía esto. Simplemente lo dejó.
    
    —Mmm, Osvaldo… sus dedos son mucho mejores que los míos. Son más gruesos.
    
    El tipo comenzó a masturbarla. Ella se quedó muy quieta, casi en punta de pies, con las manos separando sus nalgas. Tuvo que apoyar la cabeza contra la pared.
    
    —Ay, Osvaldo… si me vas a ayudar con la paja, te lo agradezco un montón. Estoy que me explota la concha.
    
    Silvana comenzó a frotarse el clítoris rápidamente. El portero al parecer entendió que le estaba dando permiso para hacer algo más… y lo hizo. Sacó los dedos y comenzó a pasar la lengua por los labios vaginales. Ella ...
    ... consideró que esto era demasiado; pero no se atrevió a detenerlo. Por alguna razón, Osvaldo era muy bueno en el sexo oral.
    
    —Uy… Osvaldo. ¿Quién te enseñó a hacer eso?
    
    —Una amiga.
    
    —Mmpfff bien por su amiga. Uy… uf… no te olvides del juguetito.
    
    Salió casi hasta la mitad y él lo volvió a meter hasta el fondo, provocándole una gran descarga de placer. Silvana aguantó todo lo que pudo, hasta que sus rodillas comenzaron a flaquear. La calentura que tenía no era normal. Tuvo un pre-orgasmo tan intenso que tuvo que arrodillarse. Osvaldo se puso de pie frente a ella, con la verga colgando a pocos centímetros de su cara. Silvana se sintió desilusionada. Creyó que para este momento Osvaldo ya la tendría bien dura. Sin embargo, seguía tan flácida como al principio. Aunque a pesar de esto era imponente. El glande sobresalía como el casco de un soldado.
    
    —Tenés un pene impresionante, Osvaldo. El de mi novio no es tan grande. ¿Qué pensás? ¿Creés que todo eso podría entrar en mi boca?
    
    Se arrepintió al instante. Las palabras surgieron por sí solas. Osvaldo la miró seria, como si estuviera analizandola.
    
    —Mmm… dejame ver…
    
    Puso el pulgar en la comisura de los labios de Silvana, obligándola a abrir la boca. Luego colocó su verga justo sobre la abertura. Ella divisó todo ese pedazo de carne con los ojos prácticamente bizcos.
    
    —Creo que sí podría entrar.
    
    Silvana pensó que con esto ya se quedaría satisfecho; pero Osvaldo quería poner a prueba sus cálculos. Introdujo una parte de ...
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