Segundo round - Relatos Eróticos

Segundo round

... él, bajo las manos cubriéndose su pene

- Que te tapas, despues de la forma en que me has cogido

- Disculpa, me asustaste, por un momento me olvidé donde estaba

Me acerqué a besarlo, pegando mi cuerpo al de él, mi cuerpo pronto empezó a sentir como con mi cercanía su pene volvía a ponerse duro

- ¿Pero muchacho, otra vez te pones bravo? – le dije en plan de broma

- Me hubiera quedado contigo en la cama, pero no sabía cómo fuera a reaccionar tu esposo al darse cuenta de que me corrí dentro de ti y por eso me bien al baño y queriendo hacer tiempo por eso me metí a bañar, disculpa

Me encantaba la ingenuidad de aquel chico, si bien en la cama lo hacía muy rico, había mucha madera por tallar para formarlo a mi gusto.

- Ni te imaginas como lo ha saboreado

- ¿Qué cosa?

- Tu semen, me hizo sexo oral con unas ganas que creo que me sacó toda la leche

- No te lo puedo creer, ¿tanto así? No se dio cuenta que era semen

Definitivamente demasiado ingenuo

- Claro que lo sabía, acaso crees que no va a saber diferenciar el sabor

- Si, pero me parece extraño

- ¿Mejor porque no dejar de hablar tanto?

Me pegué a él, pasé mi mano por su cuello y empecé a besarlo, mientras que mi otra mano empezaba a acariciar su pene que nuevamente se sentía duro, frotándolo contra los labios de mi vagina, mi calor lo hizo endurecer completamente.

- ¿Crees poder cargarme para que me lo metas nuevamente?

No me respondió, colocó sus manos en mis nalgas ...

... impulsándome hacia arriba para descansar mi cuerpo contra su pene, introduciéndose nuevamente en mi interior, mis piernas se aferraron a su cintura para ayudarle a sostener mi peso. Sus manos en mis nalgas hacían el movimiento para lograr la penetración continua, de pronto sus dedos empezaron a ir más allá y los sentí pronto acariciar mi ano, cuando fue un poco más decidido e intento introducir uno de sus dedos en él lo detuve.

- Por ahí no

- Nunca he hecho anal – me dijo

- Vas a tener que abrir mucho mas tu mente para eso

- ¿Cómo así?

- Somos una pareja, si quieres anal, para eso esta el culito de mi esposo

- ¿Qué?

- No te preocupes será en otra oportunidad, por hoy día te quiero solo para mi, quiero sentir tu semen nuevamente en mi interior

Recargo mi espalda contra la pared de la ducha para darle más fuerza a sus embestidas, no se si lo último lo había prendido aún más si se puede, el hecho es que a pesar de estarme cargando su penetración era aún mas fuerte que cuando estábamos en la cama. A pesar de lo que le había dicho, sus dedos seguían aún traviesos acariciando los pliegues de mi ano pero solo hasta ahí, la facilidad con la que movía mi cuerpo era increíble, con una de mis manos alrededor de su cuello le ayudaba a sostenerme, mientras que acariciaba su pecho y sus bíceps, era acariciar una estatua, tan bien definido y duro al igual que su pene que estaba en mi interior

- Voy a llenarte nuevamente – me aviso

- Todas las veces que quieras, soy tu ...