1. Un negro me rompe en dos


    Fecha: 02/09/2024, Categorías: Gays Autor: RedMau, Fuente: CuentoRelatos

    ... lo pa´so, lo desbloqueé y abrí la cámara.
    
    – Tomale foto a mi culo, quiero verlo abierto.
    
    – Deja darte un rato más.
    
    Diciendo y haciendo: metió ese falo negro en toda su longitud y lo sacó varias veces, mientras mis rodillas trémulas apenas aguataban mi peso.
    
    Resulta que tomó vídeo y yo en 4 y con el culo palpitante me lo enseñó. Pobre de mi culo, mostraba una dilatación de casi 2 pulgadas de diámetro (unos 5 cm).
    
    – Me gusta aflojar culo ¿Te gusta mi güebo?
    
    – Mételo de nuevo
    
    – Espera.
    
    Me dio vuelta y me mamó el pene, cuyos 16 cm apenas parecían un dedal al lado del de Ramón, no obstante el mío también es negro con la cabeza grande y casi morada. De repente Ramón se sentó en mi pene y pude sentir mi pene abriéndose paso en ese ano ajustado.
    
    Ramón montó como un experto y la cabeza de su pene curvo golpeaba mi abdomen cada vez que bajaba.
    
    No obstante disfrutaba penetrarlo quería ese güebo negro en mi culo.
    
    – Metémela – le ordené
    
    – Me gustan los hombres fuertecitos y varones.
    
    – Mi culo es tuyo.
    
    Me puso en pie y así empezó a meterla y sacarla toda despacio, procuraba él con la cabeza de su falo masajear mi ...
    ... próstata aprovechando su curva obscena. De repente sentía un placer indescriptible, como olas que se generaban en mi ano y que recorría mi cuerpo. Al fin mi pene empezó a sacar mucho precum al ritmo de la solas de placer.
    
    Luego la sacó y me empujó a la cama y quedé boca abajo en ella y así como estaba me clavó, literalmente su pedazo de carne repetidas veces.
    
    Finalmente la sacó, me agarró de los tobillos y me dio vuelta, quedando boca arriba en la cama y sin darme tiempo de acomodarme me la volvió a meter. Sus embestidas ahora eran verdaderamente brutales y no aguanté más y acabé en plena embestida. Ramón la sacó, con la mano agarró mi semén y se lo untó en su pene y me volvió a dar fuerte, hasta que finalmente acabó dentro mi mi.
    
    Yo estaba cansado, adolorido, sudado, sin dignidad, con el culo abierto incapaz de cerrarlo.
    
    Tenía que regresar a casa. Ramón quería que pasara la noche con él. Ni loco, me dije, quiero vivir. Como pude me vestí, lo besé y me despedí. Regresé en Uber a casa, no aguantaría caminar todo el trayecto. El conductor del Uber me preguntó si estaba bien, le dije que sí, aun cuando mi ano estaba como si acabara de dar a luz. 
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