1. Diario de Eva (Episodio III): ‘Krystal’


    Fecha: 06/09/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: evamaniac, Fuente: RelatosEróticos

    ... suelo era completamente de cristal, de forma que podías observar todo lo que ocurría en la planta inferior, mientras que los de abajo tenían el privilegio de disfrutar de las entrepiernas de todas aquellas que llevábamos falda. Ante mi asombro por aquello, Viktor se rió de mí.
    
    -Tenías que haberte puesto pantalón hoy.
    
    -Claro. Porque soy adivina…
    
    -No te enfades. Voy a por un par de copas.
    
    -Sí, por favor.
    
    Estaba sedienta. Deshidratada más bien. Y encima tenía que expresarme a gritos entre aquella muchedumbre bailando a ritmo de trap. Llegó Viktor con dos tubos, y el contenido del mío casi desapareció de un solo trago.
    
    -¡Calma!
    
    -¡Estaba sedienta!
    
    -Lo sé. Te quedaste sin líquidos hoy…
    
    -Muy gracioso.
    
    Él se bebió su combinado con la misma fruición que yo, dejó los vasos sobre una superficie cualquiera y estiró el brazo para llamar mi atención y cogerle de la mano. Me arrastró un buen rato a lo largo de toda la sala, entre gente ebria y colocada, bailando sin un criterio acompasado. Simplemente pasándolo bien el primer día del año.
    
    -¡Por aquí!
    
    -¿A dónde vamos?
    
    Cuando llegamos a los lavabos parecían una extensión de la propia pista principal. La gente bailaba, gritaba, se manoseaba y se drogaba sobre cualquier superficie apta, sin tapujos, sin cortapisas. Ahí se estaba para eso. No para mear. Viktor prestó tanta atención a la multitud de puertas que formaban dos filas a cada lado, que al final consiguió robarle la tanda a alguien y se coló dentro ...
    ... de un box.
    
    -¡Eva!
    
    -Sí…
    
    Antes de entrar ahí con él se me ocurrió que era poco apropiado meterse en un pequeño espacio como ese con un tipo al que llamaban “El Rumano”, y de cuya vida sabía bien poco. Pero cuando nos encerramos dentro, sacó la bolsita de éxtasis y varios artilugios que le permitirían machacar cada pastilla hasta hacerla polvo sobre una especie de espejo. El tío iba equipado, y estuvo un buen rato entretenido mientras yo esperaba sentada en la taza cerrada del retrete. No parecía un mal sitio para esnifar una raya y volver a la vida eterna.
    
    -Tío, me estoy meando…
    
    -Vale.
    
    -¿Por qué no sales un momento, y luego te dejo entrar?
    
    -¿Estás de coña? Mea tranquila. Yo estoy con esto…
    
    Efectivamente, se le veía muy ocupado con lo suyo, que también sería lo mío. Así que, de forma muy sutil, y sin levantar la falda demasiado, me bajé las bragas justo por encima de las rodillas, abrí la tapa y me senté para descargar una buena meada de liberación.
    
    -Dios… qué gusto.
    
    -¿Sabes una cosa, Eva? Hace una hora tenía los dedos metidos en tu coño, pero aún no he podido verlo…
    
    -Mira tú qué cosa… como si hiciera falta.
    
    -Enséñame el coño, anda. Muéstramelo, solamente.
    
    Está claro que Viktor había acabado con aquello que estaba haciendo, porque ahora se centró en lo que tenía delante. Y no me refiero a la cisterna. Se metió una raya de una sola aspiración, y me pasó el espejo para que yo hiciera lo propio. Se acercó lo suficiente como para usar un pie y ...