1. Vacaciones de verano en Barcelona. Día 3


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Incesto Autor: motard79, Fuente: CuentoRelatos

    ... del tren y salimos dirección a la playa. Tardamos algo más de media hora en llegar, hacía una temperatura muy agradable, ni calor ni frio, estuvimos dando saltos por el agua, nos bañábamos y nos besábamos como dos enamorados, nadie nos conocía, nadie diría nada. Cada vez que salíamos del agua continuábamos andando un poco hasta que llegamos a un lugar bastante apartado del resto, donde había unas rocas que se mezclaban con un pequeño bosque no muy lejos de lo que parecía un bunker de guerra. Pusimos nuestras toallas en el suelo y nos volvimos a meter al agua, era ya tarde, comenzaba a oscurecer, en nuestra zona no había ya ningún bañista, ni nadie tomando el sol, quedábamos nosotros solos en muchos metros a la redonda… justo lo que yo quería. Estuvimos en el agua hasta que ya oscureció casi del todo. Salimos del agua, miré para todos lados y vi que estábamos solos, además de protegidos de los mirones por la vegetación, así que conforme salimos del agua me abalancé sobre ella y comencé a quitarle el bikini. Entre besos y caricias, nuestra ropa acabo por el suelo, habíamos aguantado toda la tarde entre roces provocados, se puso de rodillas y comenzó a chupármela.
    
    -Muy bien Martita, quítale toda la sal- le dije yo agradeciendo su iniciativa.- que ahora hare yo lo propio
    
    Y así lo hice, la tumbé en las toallas boca arriba y me tumbé sobre ella, me giré para mirar al cielo sonreí y acercándome a su oído le susurre:
    
    -Marta, esta mañana no he querido follarte porque era tu ...
    ... primera vez, he preferido regalarte una primera vez inolvidable, bajo las estrellas y la luna, en la orilla de esta tranquila playa, con el sonido del mar-comencé a besar su cuello- esta noche, a la luz de la luna, tu y yo vamos a hacer el amor…
    
    Y comenzamos a besarnos, lento, húmedo, nuestras lenguas se encontraban, se rozaban, sin prisas, mis manos recorrían sus mejillas, sus ojos se cerraban y abrían muy lentos, su respiración era profunda y lenta, comencé a descender por su cuerpo, dando besitos por todos los lados que pasaba mi boca, sus bonitos pechos, bajando, su ombligo, continuaba bajando hasta que llegue a aquel ansioso coñito, separé sus piernas y comencé a lamerlo, para asegurarme que estaba bien lubricado, una vez que me cercioré que todo estaba listo, volví a subir lentamente, entre besos y caricias hasta su cara.
    
    -El momento ha llegado- le dije y ella asintió.
    
    Puse mi polla en la entrada de aquel delicado coñito, con mis manos busque las suyas y entrelace mis dedos con los suyos, besé sus labios y mientras hacía esto comencé a meter lentamente mi polla dentro de aquel magnifico estuche, que iba abriéndose para mi, apretaba mis manos, los ojos se le cerraban, pero yo no dejaba de besarla, no dejaba de entrar dentro de ella hasta que ya no tenía más que meterle, mis huevos no me dejaban entrar más.
    
    -Que rico tener tu polla dentro… mmmm… cuantas sensaciones… mmm…
    
    Y comencé a moverme un poco, el vaivén había comenzado, la máquina se había puesto en ...