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Una inesperada tarde de verano
Fecha: 07/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Fantasma Verde, Fuente: CuentoRelatos
... ambiente era muy acogedor e incitaba irremediablemente al pecado. “¿Cuántas habrá tenido en su cama?” se preguntaba Alejandra sintiendo la suavidad de las sábanas en su espalda. Any se recostó sobre ella y la besó, reanudando su lento masaje en sus pechos. Raúl vio la escena y el pene le palpitó ya enfundado en un preservativo. Se colocó sobre Alejandra que abría bien las piernas, ansiosa por sentirlo dentro. Su vagina estaba empapada y sus flujos mesclados aun con la saliva de Raúl, corrían ya por sus muslos. Él la sujetó de las muñecas hundiendo su pene de golpe. Alejandra lanzó un gemido y se aferró a la cintura de Raúl, que empezó a taladrarla con fuerza. Sus movimientos eran lentos pero consistentes y no paraba de insultarla. “Que puta eres, zorra. ¿Te gusta que te metan la verga desconocidos?” le decía moviéndose sobre ella; Any besaba fuertemente a su amiga, acariciando su cara y sus cabellos enmarañados sobre la almohada. Las embestidas de Raúl se hicieron más rápidas y aunque la estaba lastimando, ella le pedía no parar entre gemidos casi ahogados. Estaba extasiada por la manera como aquel pene se abría paso en su interior y los besos húmedos y casi desesperados de su amiga. “¿Ya te vas a correr?” le peguntó dándole pequeños mordiscos en los labios y Ale movió la cabeza. El orgasmo estaba cerca pero quería que se prolongara, pues amaba la combinación de dolor y placer que le producían los movimientos de Raúl; amaba la rudeza con la que la poseía. Raúl se ...
... detuvo un momento acomodando las piernas de Alejandra en su pecho. Any estaba por llegar al orgasmo solo viendo como aquel pene entraba y salía de su amiga que no paraba de gemir y que a duras penas podía controlar su respiración. Raúl se hincó sobre y la cama y continúo taladrándola más rápido. Aquella posición había intensificado el contacto por lo que ahora los gemidos de Alejandra eran más agudos y prolongados. Su amiga continuaba con el masaje en su clítoris viendo la expresión de placer de los dos, fundidos en un delicioso vaivén. Raúl se lamió dos dedos y los metió en su amiga, que estaba totalmente empapada. Any se recostó sobre la cama y empezó a mover su cintura al mismo ritmo que su mano. Aquella sensación se intensificaba conforme abría un poco los dedos dentro de su vagina y luego los giraba lentamente. Su voz se fue apagando y lanzó un agudo gemido al correrse. Alejandra también convulsionó y se corrió violentamente. Fue un orgasmo prolongado y muy intenso, que hizo que se le cortara la voz un momento; Raúl no dejaba de bombear, aunque sus movimientos eran más lentos. Lentamente retiró el pene de Alejandra, que aún movía las piernas con los restos de su orgasmo. Estaba cansada, pero quería seguir, pues aquel hombre le había regalado el orgasmo más intenso de su vida y quería más. Se colocó en 4 y de nuevo Raúl hundió su cara en su vagina. Le dio un par de lengüetazos y la penetró con la lengua, saboreando sus jugos que brotaban casi a chorros de s vagina. Le ...