El nuevo maestro del pueblo (9)
Fecha: 10/09/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos
... dice na.
- Vale, vale, no hay que hablar mal de nadie.
Estaba alucinando de nuevo, pero pensé que el cura necesitaba ayuda y di un par de toques en la puerta.
- Quién es?
- Soy el nuevo maestro.
- Anda, siéntate ahí y no digas nada. – oí que la susurraba.
Me abrió la puerta y me preguntó nervioso.
- Que quieres?
- Me dijo que teníamos que hablar, y he pensado que este era un buen momento. – contesté desviando los ojos hacia Carmen.
- Buff, venga pasa. Mira, te presento a Carmen, una buena feligresa. Carmen, este es el nuevo maestro del pueblo.
Carmen era la mujer más joven del pueblo que había visto hasta ahora, pero con una pinta bastante desastrosa. Pelo alborotado, cara sin maquillar y con un tono moreno adquirido seguramente por sus horas de trabajo al sol. No podía discriminar su figura dado el viejo ropaje que llevaba. Un jersey amplio lleno de bolas que caía como un saco sobre su cuerpo, y una falda vieja tableada que cubría hasta las rodillas. No obstante, parecían marcársele unas grandes tetas bajo el jersey, y la falda se extendía recogiendo un culo de buen tamaño. Su gran nariz la afeaba un poco, pero sus labios eran gruesos y sensuales a pesar de no adornarlos con carmín.
- Encantá señó maestro. – dijo con una gran sonrisa mostrando sus dientes algo amarillentos.
- Lo mismo digo Carmen, pero no me llames así, con Roberto, o Rober es suficiente.
El cura se nos quedó mirando saltando con la vista de uno a otro mientras parecía ...
... pensar algo, y eso estaba haciendo el muy cabron. En un instante me preparó una encerrona.
- Estoy pensando que podrías ayudar a Carmen.
- Cómo? – pregunté intentando adivinar lo que se le estaba pasando por la cabeza.
- Carmen tiene veinticuatro años, pero empezó a trabajar muy joven y dejó el colegio. Está algo limitada en escritura, y también podrías hacer que mejorará su forma de hablar.
- Pero Ramón, cómo va a ir a clase con los niños de seis años, seguro que se sentiría fatal.
- He pensado que podrías darle algunas clases en su casa. Josefa, su madre cocina muy bien y te podría pagar con unas buenas comidas. – me guiñó un ojo. – Que te parece, Carmen? – le preguntó a ella sin dejarme contestar.
A la muchacha se le iluminó la cara como si la luz saliera de dentro de su cuerpo
- A mí sí me gustaría! – exclamó sin dudarlo.
- Ramón, tenemos que hablar. – repliqué intentando parar aquello.
- Sal un momento Carmen, ahora te llamo. – le pidió el cura.
Cuando salió y cerró la puerta salté como una fiera.
- Que cojones pretendes?
- A ver, no te hagas el sorprendido, acabas de llegar, pero yo llevo aquí dos años y sé de qué va esto.
- Y de qué va según tú?
- Pues te lo puedo definir en dos palabras, sexo y favores.
Me quedé mirándole como si no le entendiera y continuó.
- La condesa te ha contratado como maestro, pero seguro que te paga una buena pasta, como a mí. Y eso por qué es?, pues sencillo, porque quiere otras cosas además de ...