Mi sobrino en el badoo - Relatos Eróticos

Mi sobrino en el badoo

... enjuagamos me dijo ponte de rodillas que quiero que me lo comas una ultima vez antes de irme.

Asi hice veía ese coñito tan bonito y empecé a chupar y lamer hasta que se corrió una última vez.

Tras vestirse salió de casa medio despeinada y me dijo al oído:

Nos dimos un beso largo en el rellano, aunque yo con miedo que me vieran los vecinos.

Bueno al fin se había producido mi encuentro con Sara, no pensaba que acostarse con otra mujer pudiese ser tan excitante ni perturbador, de ambas maneras estaba completamente feliz y completa. Se me abría todo un mundo de posibilidades y morbo.

No había olvidado que mi sobrino querría seguir acostándose conmigo y que enviar a Sara solo era una avanzadilla para convencerme, tenia claro que iba a disfrutar mucho de nuestro encuentro y estaba nerviosa de probar a mi sobrino por primera vez y de volver a disfrutar de Sara.

Pasaron los dias y no se conectaban al Badoo, pensé que habían perdido el interés y que solo Sara quería probar una vez asi que cuando iba a seguir adelante me llamaron, Sara acabada de terminar los exámenes y Ángel me envía un whatsapp, con una foto de Sara comiéndole la enorme.

- Tita cuando quieras ayudas a Sara.

- Uff Ángel que polla, la verdad es que me muero de ganas por metérmela en la boca.

- Vale, pero espero que no solo en la boca.

- No hijo, necesito sentir ese pedazo de carne tan delicioso dentro mío.

- Vale pues tita este finde puedes quedar.

Mentalmente estuve repasando, mi ...

... mayor se iba el viernes a casa del novio y la chica había quedado y se quedaría a dormir en casa de una amiga suya después de salir, asi que tenia la noche del sábado libre.

- Este sábado por la noche no tengo planes y tengo la casa para mi

- De acuerdo iremos sobre las 21 cenamos algo y nos tomamos unas copas.

- De acuerdo lo estoy deseando.

En verdad lo estaba deseando estaba como loca por sentirme amada por estos dos jovencitos y el hecho de haber visto criarse a Ángel desde niño me daba un morbo tremendo que creía que no podría sentir.

Recuerdo ese sábado con las ganas y el ansia que hacia años que no sentía, creo que desde que salía con mis amigos en la adolescencia e iba a ver el chico que me gustaba, aproveche para ir a la peluquería, depilarme bien enterita como le gustaba a Sara, y cuando se fue mi hija de fiesta me puse una lencería de encaje con un escote que no dejaba nada a la imaginación de seda que me erizaba la piel cada vez que rozaba mis pezones y hacía que se me pusieran aun mas duritos de lo que solían estar, la braguita tanga a juego, todo de color negro, por encima me puse una faldita plisada que no me atrevería a ponerme en la calle y una blusa que no dejaba ver mi conjuntito, me mire en el espejo y me veía muy bien, decidí pintarme un poco mas de lo normal y me volví a mirar ahora si que estaba en plan zorrita como a mí me gustaba llamarlo.

En eso que llaman a la puerta, no me había dado cuenta y se habían hecho las 21. Menos mal que la ...