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Accidente con mi hermana - Capítulo final
Fecha: 19/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Bardric, Fuente: TodoRelatos
... hambrientos. En lugar de caminar a casa para comer que sería de otros 30 minutos tomamos un pequeño desvío para la cena de esa noche. El sol estaba bajando en el cielo cuando terminamos. Fuera le pregunté a Claudia adónde le gustaría ir después. - Bueno, no sé tú, pero yo pienso irme a casa y darme una ducha. - Ah, ¿y luego qué? - pregunté alzando una ceja. - Seguro que se nos ocurre algo. - me respondió dándome un beso en la mejilla y guiñándome un ojo. Cuando llegamos a casa ya había anochecido y la noche había empezado cuando terminamos de ducharnos. Había estado viendo la tele mientras esperaba a que Claudia saliera. Acababa de secarse el pelo cuando entró en el salón. Apagué la tele y la saludé. - Sabes, queda al menos una hora antes de que vuelvan papá y mamá - dijo mirando al reloj. - Y creo que ya sé cómo pasarla. - dije mientras me levantaba y empezaba a encender velas. - ¿Velas? ¿Quieres decir aquí mismo? - preguntó sorprendida. - ¿Por qué no? - respondí mientras encendía las velas. - Dijiste que teníamos una hora y tenemos todo el lugar para nosotros hasta entonces - Fue una decisión impulsiva, pero me di cuenta de que a ella también le gustaba la idea. Me quité la camisa, la tiré al suelo y me acerqué. Claudia se dio cuenta enseguida y no tardó en hacer lo mismo. Estaba sonrojada como antes, pero esta vez sonreía. Levantó las manos y empezó a desabrocharse el sujetador azul como antes cuando la detuve, inspirado una vez más. - ...
... Espera, déjame. No protestó. Me acerqué y le acaricié un pecho. Se estremeció y cerró los ojos. Le masajeé lentamente la teta a través de la tela del sujetador durante un momento y luego le recorrí la espalda con los dedos. La acerqué más a mí y percibí el dulce aroma de su champú. Seguía con los ojos cerrados cuando empecé a apretar los tirantes. Mis dedos inexpertos tanteaban, pero no tenía prisa. Me había concentrado tanto en la tarea que ni siquiera me había dado cuenta de que mi hermana se acercaba más a mí. Cuando por fin le quité el tirante, le solté el sujetador y me recibió con un tierno beso. De sus labios emanó un cálido escalofrío que me recorrió todo el cuerpo hasta los dedos de los pies. Cerré los ojos y lo saboreé mientras abrazaba a Claudia y le devolvía el beso. Tan suave y cálido que podría haberme quedado así para siempre, pero sabía que no podíamos hacerlo. Aún no estoy seguro de quién lo hizo primero, pero uno de nosotros separó los labios y extendió la lengua. El beso se intensificó rápidamente cuando descubrimos este nuevo truco. Mientras nos besábamos empecé a desabrocharle los pantalones y ella hizo lo mismo con los míos. Mi pantalón me iba bastante suelto y cayó al suelo fácilmente, no así el de Claudia. Rompí el beso y bajé mis manos por sus costados para ayudarla a quitarse los ajustados pantalones. Cuando se los quité de las caderas, cayeron al suelo y ella se los quitó con delicadeza. Las transparentes bragas azules de antes eran aún más ...