1. Al principio no podía creer lo que nos sucedió a mi vecino y a mí.


    Fecha: 19/09/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... mitad de la noche bajo la lluvia.
    
    Después de lo cual le di alcancé a él, que se encontraba en la parte menos honda de la alberca, sentado con sus piernas bien abiertas, en cierta forma como exponiendo su miembro ante mí.
    
    Yo me senté a su lado en la misma posición, disfrutando del baño que me daba la lluvia, fue cuando de manera quizás inocente me volví a fijar en su miembro.
    
    El que, a simple vista, era uno mucho más desarrollado que el mío, no es que tenga la costumbre de estar comparándome con otros tipos, pero en ese instante lo hice.
    
    Y lo cierto es que me sentí algo avergonzado, no por estar mirándolo, sino por las pequeñas dimensiones del mío, en comparación con el miembro de él.
    
    Pero para no seguir sintiéndome así, decidí tirarme al agua nuevamente, nadé lentamente de pecho, hasta la otra orilla, donde se encontraba la botella.
    
    La tomé y regresé donde s, a quien después de que me di un buen trago, se la ofrecí, pero sin dejar de seguir admirando su miembro.
    
    Fue cuando lo escuché decirme. “Espero que no tomes a mal lo que te voy a decir, pero veo que tienes un lindo cuerpo.” Yo al escucharlo, me quedé sin saber que responder, y dije lo primero que se me vino a la cabeza.
    
    Diciéndole. “Tú también tienes un buen cuerpo, y una verga espectacular.” Al terminar de decir esas palabras, pensé que no debí haber dicho eso, me pregunté a mí mismo. “¿Qué iba a pensar mi vecino de mí?”
    
    Agarrando su miembro entre una de sus manos, mientras jugueteaba con ...
    ... él, se me quedó viendo, y sin vergüenza alguna me preguntó directamente. “¿Te agradaría tocarlo?”
    
    Pienso que en ese mismo instante me debí salir del agua, pero en lugar de eso, me coloqué frente a mi vecino, y al tiempo que lo hacía, dirigí mi mano derecha directamente sobre su miembro.
    
    Y aun bajo mi propio asombro, comencé a masturbarlo lentamente, en cosa de segundos su verga se puso bien dura y erecta entre mis nerviosos dedos.
    
    Él permanecía sentado en la orilla de la piscina, con una cara de satisfacción me observaba, permanecía con sus piernas bien abiertas, mientras que yo temerosa pero suavemente lo masturbaba.
    
    Él se volvió a dar otro trago, y de inmediato me pasó la botella diciendo. “Daté otro antes de que entremos a casa.”
    
    Yo me encontraba bien confundido, en mi vida había hecho eso, ni tan siquiera pensado en estar con otro hombre, en esos momentos no sé qué me pasaba, estaba como subyugado por su cuerpo, por lo llamativo de su miembro, y por su manera de hablarme.
    
    Por lo que cuando lo escuché decirme. “Me gustaría que le dieras una corta mamada.” Yo como si estuviera hipnotizado sin voluntad propia, lo vi a los ojos, y de inmediato llevé mi boca a su colorado glande.
    
    Aun lentamente mi boca fue arropando la totalidad de su cabeza, la que lentamente comencé a chupar, al principio nada más me concentré en su rojo capullo, pero poco a poco como que fui ganando confianza, y gran parte de su tallo desaparecía dentro de mi boca.
    
    Para mí era algo ...
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