Así empezó todo
Fecha: 21/09/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: macmai, Fuente: TodoRelatos
... siempre terminábamos follando de la excitación de estar haciendote esas fotos para tu amante.
Eres preciosa, una morena exhuberante con un cuerpo trabajado que exuma sexualidad, a tus 47 años y aún después de dos embarazos estás parar mojar pan, y no sólo lo digo yo si no toda la retaila de pretendientes que obtuvimos en las redes sociales de búsqueda de contactos.
El chat se iba animando con los comentarios que nos hacia Max con cada foto que mandábamos, nos contába con todo lujo de detalles todo lo que te iba a hacer para satisfacerte y de como te follaría hasta dejarte extasiada. Cuando cogimos más confianza llegamos a tener una sesión de cibersexo en la cual tú te masturbabas para él llegando a correrte como una posesa mientras él te esnseñaba su polla dura y tensa derramando su semen en la pantalla del móvil. Después follábamos súper excitados con nuestra imaginación disparada llegando a tener sesiones increibles de sexo.
Cuando la confianza y la expectación aumentaron más, decidimos dar el paso para que quedar con Max una noche, ni que decir tiene que las dudas y los nervios nos asaltaron hasta casi retirarnos y acabar con todo, pero era tan fuerte el deseo de esa aventura y tan segura nuestra relación que decidimos dar el paso y dejarnos llevar, total sería cosa de una noche y ya está.
Esa tarde dejamos a los niños con los abuelos y nos fuimos rápido a casa para prepararnos, mientras tú te depilabas todo el cuerpo yo te preparaba un conjunto precioso de ...
... lencería fina que te habia comprado para la ocasión, tangita y sujetador negro a juego con unas medias con liguero que te quedaban sensacional, te pusiste un vestido bastante corto a petición de Max y se te veían unas piernas preciosas, estabas arrebatadora. El plan era ir a cenar y luego tomar una copa y ver a dónde nos llevaba la situación, Max había reservado una habitación en un hotel por si se terminaba triunfando aquella noche, y todo apuntaba a que sí ya que te metí mano un par de veces mientras terminabas de arreglarte y el grado de húmedad de tu entrepierna delataba una caltentura considerable.
Llegamos hechos un manojo de nervios al restaurante acordado, pero enseguida conseguimos relajarnos ya que el ambiente y la familiaridad con la que nos trataba Max, junto con un par de copas de vino, nos ayudó a conectar y entablar una placentera conversación. El restaurante era un sitio tranquilo y tenía muy buena pinta, nos sentamos en un reservado yo enfrente tuya y Max a tu lado, poco a poco se te veía más relajada. En una ocasión Max se te acercó al oido para susurrarte algo, y tù te ruborizaste y le sonreiste pensativa, pero al poco tiempo ví que hacias unos extraños momivientos para poder quitarte el tanga de manera que nadie te viera, y se lo entregaste a Max bajo la mesa, eso nos puso a mil. Por tus gestos a lo largo de la cena pude intuir como Max te metía mano bajo el mantel en varias ocasiones, ya que la cara que ponías era todo un poema, así que llegamos a los ...